viernes, 11 de marzo de 2011

Cuenca del Pacífico mejor preparada para tsunamis

Por JEFF BARNARD y JAYMES SONG
The Associated Press
CRESCENT CITY, California, EE.UU -- Las advertencias de tsunami viajaron por el Pacífico más rápido que las mismas olas y en plena noche.


Un terremoto de 8,9 grados de magnitud ocurrido en Japón desató un tsunami mortal en el archipiélago y las olas asociadas con el sismo viajaban hacia el este de Japón con la velocidad de un avión supersónico.

Las sirenas resonaron en Hawai, mientras que en la Costa Oeste de Estados Unidos se ordenaron evacuaciones, temiendo lo peor. Se le ordenó a la gente mantenerse lejos de las costas y los pescadores llevaron sus embarcaciones a alta mar por seguridad.

Las alertas se desplazaron más rápido que las olas, lo que le dio a millones de personas en todo el anillo del Pacífico algunas horas para prepararse ante la llegada del gran oleaje y las mareas crecidas.

Al final, los muelles y marinas de California y Oregon fueron las que sufrieron los peores daños, calculados por las autoridades en varios millones de dólares. Las embarcaciones se estrellaban entre sí, otras fueron arrancadas por las crecientes y lanadas al mar abierto y los muelles fueron despedazados.

Los equipos de rescate buscaban a un hombre que fue arrastrado al mar cuando tomaba fotografías de las olas.

Nada de los daños -ocurridos en Estados Unidos, en América Latina o Canadá- tuvo que ver con la destrucción y devastación dejada por el tsunami en Japón.

La advertencia -la segunda emisión de alerta en gran escala en un año- y la respuesta demostraron qué tan lejos han logrado avanzar las naciones de la cuenca del Pacífico desde que un tsunami mortal sacudió y sorprendió a gran parte de Asia en el 2004.

"Eso fue en una época diferente" dijo el geofísico Gerard Fryer, del Centro de Advertencias de Tsunami del Pacífico. "Obtuvimos la advertencia muy rápido. No habría sido posible que ocurriera así de rápido en el 2004", agregó.

Apenas unos 10 minutos después de que Japón fue sacudido por el sismo más potente desde que se llevan registro, el centro ya había emitido su alerta. El sismo, que ocurrió en las profundidades del Océano lanzó gran cantidad de agua al archipiélago, en ocasiones hasta de varios kilómetros a tierra firme, arrastrando embarcaciones, autos, casas y personas. Cientos murieron en la destrucción.

Cuando el tsunami avanzaba rápidamente por el Pacífico, con una velocidad de hasta a 800 kilómetros por hora (500 mph), Hawai escuchaba las primeras sirenas de la alarma de tsunami la noche del jueves.

El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico en Hawai informó que Kauai fue la primera isla alcanzada por el tsunami, que también alcanzó al centro turístico de Waikiki entre otros lugares del archipiélago. El nivel del mar aumentó tres metros (11 pies) cerca de la bahía de Kealakekua, en el lado occidental de la Isla Mayor y llegaron a la recepción de un hotel. También se reportaron inundaciones en Maui.

Los habitantes de zonas costeras en Hawai fueron trasladados a lugares seguros en centro comunitarios y escuelas, al tiempo que los turistas en Waikiki fueron llevados a pisos altos de sus hoteles. Los caminos y las playas estaban vacías cuando llegó el tsunami a Hawai, el cual tuvo varias horas de preparación.

El gobernador de Hawai ordenó el desalojo de zonas costeras e instó a la población para que tome la amenaza en serio. Numerosas personas debieron esperar en largas filas para adquirir gasolina, agua embotellada, comida enlatada y generadores de electricidad.

En algunas comunidades en la costa de Oregon comenzaron a sonar las sirenas para alertas a las personas de que deben trasladarse a zonas altas.

El presidente Barack Obama declaró que la Agencia Federal del Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) estaba lista para ir en ayuda de los estados de Hawai y la costa oeste. La Guardia Costera y equipos aéreos se prepararon para llevar a cabo misiones de respuesta y vigilancia pero no hubo necesidad de usarlos.

Es la segunda vez en poco más de un año que las costas del oeste de Estados Unidos y Hawai enfrentan la amenaza de un tsunami masivo. Un temblor de 8,8 en Chile encendió las alarmas el 27 de febrero del 2010.

En Columbia Británica, la provincia costera del Pacífico canadiense, las autoridades evacuaron marinas, playas y otras áreas costeras. En Alaska, decenas de pequeñas comunidades en las islas Aleutianas fueron alertadas.
Con información de "El Nuevo Herald"

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