El día de hoy sábado 27 de febrero a las 7 de la noche tuve la oportunidad de apreciar a una Michelle Bachelet presidenta de Chile quebrada y asustada por lo que se les viene luego del terremoto que alcanzó los 8.8 grados en la escala de Richter.
Fue a través del canal 60 y mediante un mensaje a la Nación -en Chile- que Bachellet inició sus palabras incitando a la calma y otorgando ánimo a su pueblo.
Bachelet detalló con mucha preocupación- los 214 muertos, 15 desaparecidos y dos millones de damnificados que dejó el desastre. Asimismo, manifestó que su historia estaba plagada de desastres naturales que ponían a prueba su tesón y la solidaridad que los caracterizaba como nación.
Mientras escuchaba a la presidenta de este país, recordaba la otra historia no contada por ella y se refiere al desmembramiento de nuestro territorio por parte de ellos y la forma como ultimaron a nuestro soldados rendidos o quemaron nuestros libros de la Biblioteca Nacional.
Es muy cierto que no era el momento, pero me dije, si así lo fuera, tampoco lo dirían, como ha sucedido por ejemplo con el límite marítimo de las costas de Tacna que ellos usurpan y usufructúan desde hace más de 80 años.
Estan tan obsesionados con el Perú que lo primero que resalta la prensa chilena es que el Huascar haya sido varado a altamar.
Me dije también, Chile es una nación armamentista que gasta miles de millones de dólares en compra de armamento de última generación con el objetivo de utilizarlo en un probable conflicto con el Perú o Argentina, y por tanto que tipo de ayuda pueden necesitar.
Porque entonces este país no destina los miles de millones de dólares que utilizan para hostilizar en ayudar a su gente y reconstruir su país. Con ese dinero les basta y les sobra y no necesitan de la comunidad internacional, porque además este país tiene reservas internacionales superiores al nuestro.
Y es que en declaraciones anteriores la presidenta Bachelet puso en stand bye la probable ayuda que les había ofrecido la comunidad internacional incluido el Perú, diciendo, que había que tomar las cosas con calma; porque había primero que ordenar y ver a través de qué sectores.
Para mi gusto me pareció bastante soberbia, estas declaraciones. Asimismo me pareció mezquino que no agradeciera a nuestro país como si lo hizo con: Rusia, Argentina, Estados Unidos, México, España, Ecuador, Bolivia, Gran Bretaña y Naciones Unidas.
Por un momento me pareció que quería decir “Gracias Perú”, pero su orgullo fue más grande que su engrandecimiento como persona y nación. Todo esto, a pesar del sufrimiento y necesidades de millones de damnificados que día a día se irán incrementando.
Este es el Chile que algunos peruanos llaman hermanos,… nuestro Caín. Este país que aún estando al final del precipicio dice “NO” a Perú “No” no quiero deberle nada.
¡Llora Bachelet! porque levantar este desastre les va a tomar varios años. El único consuelo que tenemos por supuesto, es que van a estar tan entretenidos en reconstruir su país que se verán obligados a dejarnos vivir en paz.
Lo que no pudieron hacer nuestros políticos lo hizo un terremoto y digo esto, porque vivimos en democracia y toda decisión parte por una decisión política presidencial en donde la "Fuerza Armada" solo obedece.
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