El interrogatorio al que fue sometido en la Fiscalía el ex ministro de Vivienda Francis Allison fue extenso y severo. Por momentos, el también ex alcalde de Magdalena se mostraba nervioso ante el magistrado, Juan Fernández, quien lo investiga por el presunto delito de lavado de activos y por sus relaciones con la empresa “chuponeadora” Business Track.
Allison no pudo explicar que el dinero y las propiedades que posee, cuyo valor sobrepasa el millón de dólares según las investigaciones del ministerio Público, provenían de actividades lícitas y regulares.
No pudo explicar tampoco por qué no colocó en sus declaraciones juradas todos esos bienes e ingresos, así como los depósitos en sus cuentas bancarias en el Bank of America, de donde retiró los 50 mil dólares que él y su esposa, Carla Robbiano, trataban de sacar de Estados Unidos en sus bolsillos y bolsas de mano, por lo que fueron detenidos, juzgados y condenados.
Entre sus propiedades figura una residencia totalmente amoblada en la zona norte de Zorritos, un yate, un moderno automóvil y un departamento también amoblado en Lima. Según se informó en la Fiscalía, el magistrado Fernández ha logrado acreditar que las cuentas bancarias del ex ministro superan los 400 mil dólares.
La sospecha es que Business Track lavaba dinero producto de actividades ilícitas, entre ellas la violación del secreto de las comunicaciones, para lo cual Allison habría prestado sus boletas de servicios por honorarios.
El interrogatorio empezó a las 9:30 de la mañana y duró hasta pasadas las 7 de la noche, con un receso de 30 minutos después del mediodía.
A su salida del ministerio Público, Allison dijo que se iba tranquilo por haber rendido su declaración y que esperaba que el magistrado evalúe con imparcialidad su testimonio y lo exima de responsabilidad en cualquier hecho ilegal.
DETALLE
El procurador anticorrupción, Jorge Caldas, dijo no haber quedado satisfecho con las explicaciones de Allison y que insistirá para que la Fiscalía continúe investigándolo.
Con información de "La Primera"
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