El fuerte terremoto ocurrido en Chile hace una semana, que ha provocado centenares de muertos y multimillonarias pérdidas materiales, ha dejado en evidencia la "orfandad política'' del país, declaró ayer a EFE el analista Santiago Escobar.
"La seguridad humana en Chile está gravemente dañada por la incompetencia de todos los elementos civiles y militares. Esto no puede seguir así'', declaró en una entrevista el abogado y cientista político, quien sostiene que "Chile se quedó sin mando estratégico real entre 48 y 72 horas''.
El sismo de 8.8 grados que el pasado 27 de febrero sacudió el centro y el sur de Chile, y al cual le siguió un tsunami, dejó centenares de muertos, de los cuales sólo 452 han sido identificados, según datos oficiales. La reacción de las autoridades tras el terremoto quedó en evidencia, según observadores y medios de prensa chilenos, por no haber alertado sobre el peligro del tsunami, que arrasó con las localidades costeras, y por la falla en las comunicaciones.
"Hace veinte años Chile recuperó la democracia, pero todavía no es capaz de garantizar la seguridad a sus ciudadanos'', y eso es responsabilidad de los gobiernos de la Concertación, sostiene este analista, quien recordó que Michelle Bachelet llegó al poder con la promesa de devolverles la seguridad a los chilenos.
``Es lamentable ver a una presidenta de la República recibir un teléfono satelital de la secretaria de Estado norteamericana [Hillary Clinton] como parte de la ayuda humanitaria'', comentó.
Escobar contrastó la carencia de equipos de comunicación satelital necesarios en situaciones de desastre con las adquisiciones de material de defensa (aviones cazabombarderos F-16, tanques Leopard, submarinos Scorpene y hasta un satélite de imágenes). ``Tenemos muchos juguetes tecnológicos de guerra, pero carecemos de lo principal: la capacidad de comunicación en un evento de esta magnitud'', agregó.
"Después de un terremoto de 8.8 grados es lógico que las zonas queden devastadas. Lo que no es lógico es que la población no sepa qué hacer, que las personas queden vagando por ahí. Eso provoca todo lo demás'', añadió Escobar.
Horas después del temblor en varias ciudades como Concepción, Santiago y Talca, hubo saqueos y actos vandálicos que obligaron a las autoridades a decretar el toque de queda en las regiones del Maule y Biobío.
"Lo que ha sucedido --dijo el sábado Escobar a EFE-- obliga a repensar la administración política del territorio. Chile es un país demasiado centralista'', concluyó.
EFE
Con información de "El Nuevo Herald"
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