Un grupo de manifestantes reclamaron frente a la catedral católica de Westminster, en Londres, la renuncia del Papa Benedicto XVI, por haber encubierto abusos sexuales cometidos por curas católicos contra niños y adolescentes en diócesis de Alemania y Estados Unidos.
Los manifestantes afirmaron que el pontífice “es culpable de haber permitido a muchos curas pederastas evadir la justicia” y cuestionaron la visita que hará a Gran Bretaña, en setiembre. “Su presencia no es bienvenida”, indicaron.
Peter Tatchell, uno de los activistas de la coalición “Protest the Pope”, que organizó la manifestación, acusó a Benedicto XVI de haber ordenado tapar los abusos en un edicto enviado a los obispos católicos en el mundo en el 2001.
“No permitió que los sacerdotes que violentaron y molestaron sexualmente a los jóvenes fuesen denunciados a la policía. Por este motivo no es bienvenido en Gran Bretaña y no queremos que sea honrado en una visita de Estado financiada por los contribuyentes”, sostuvo Tatchell.
El primado de la Iglesia Católica de Inglaterra y Gales, el arzobispo Vincent Nichols, admitió que la “rabia y el shock” respecto al encubrimiento del escándalo es “justa”, pero indicó que las acusaciones respecto al pontífice son infundadas.
Nichols recordó las modificaciones a la ley canónica introducidas por Joseph Ratzinger y dijo que buscaban proteger a los niños.
El Vaticano se mantiene a la defensiva en medio de los cuestionamientos a la forma como el Papa manejó los casos de pedofilia cuando fue arzobispo de Munich y presidió la Doctrina de la Fe.
Con información de "La Primera"
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