Sobre Linán Ruiz pesaban cargos de pedofilia, informó el Arzobispado de Lima, con lo que confirmó las versiones de la prensa puertorriqueña.
El sacerdote puertorriqueño Linán Ruiz Morales, asesinado hace dos semanas en el Convento de San Francisco, estaba suspendido de sus funciones ministeriales desde 2003 por “conducta impropia” con un menor de edad, informó este miércoles el Arzobispado de Lima.
Mediante un escueto comunicado, la institución confirmó versiones de la prensa de Puerto Rico que hablaban de supuestos antecedentes pedófilos del religioso de 72 años.
Aunque en principio el robo apareció el principal móvil, paralelamente surgieron elementos que llevaban a otras deducciones, como el hallazgo de material pornográfico en la habitación del cura y la posibilidad de que este lo hubiera usado poco antes de morir en compañía de quienes luego lo asesinaron con inusual crueldad.
En tanto, ayer, los peritos de la División de Investigación de Homicidios de la Policía trasladaron a Cañete al principal sospechoso del crimen, Carlos Navarro Fernández –de 25 años–, para inspeccionar los lugares donde se habría escondido.
Con información de "Perú 21"
El sacerdote puertorriqueño Linán Ruiz Morales, asesinado hace dos semanas en el Convento de San Francisco, estaba suspendido de sus funciones ministeriales desde 2003 por “conducta impropia” con un menor de edad, informó este miércoles el Arzobispado de Lima.Mediante un escueto comunicado, la institución confirmó versiones de la prensa de Puerto Rico que hablaban de supuestos antecedentes pedófilos del religioso de 72 años.
Aunque en principio el robo apareció el principal móvil, paralelamente surgieron elementos que llevaban a otras deducciones, como el hallazgo de material pornográfico en la habitación del cura y la posibilidad de que este lo hubiera usado poco antes de morir en compañía de quienes luego lo asesinaron con inusual crueldad.
En tanto, ayer, los peritos de la División de Investigación de Homicidios de la Policía trasladaron a Cañete al principal sospechoso del crimen, Carlos Navarro Fernández –de 25 años–, para inspeccionar los lugares donde se habría escondido.
Con información de "Perú 21"
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