¿Falsa sensación de seguridad?

Es importante señalar que los vigilantes particulares de las empresas de vigilancia trabajaban a "exclusividad" para sus empleadores, aproximadamente un 40% de ellos están armados y con armas de bajo calibre, además de acuerdo al reglamento de la DICSCAMED, no puede haber respuesta armada y no pueden usar en la vía publica el armamento los vigilantes particulares y de cambiarse ello habría muchos reparos que hacer.

Por ejemplo, cada año mueren o quedan mal heridos muchos de estos vigilantes por no manipular correctamente un arma de fuego, además, no hay un solo criterio para su capacitación y entrenamiento y en mi opinión este es punto muy importante.

De quinientas empresas que hay en el país que se dedican a la vigilancia privada, solo 12 empresas tienen personal calificado, además, ayer observé en un medio de comunicación que la policía había denunciado al dueño de una de las principales compañías de vigilancia del país, por decir públicamente que en la policía existe corrupción.

Yo personalmente me solidarizo por lo expresado por dicho empresario, en cuanto a la vigilancia informal, mi propuesta es que esta se prohíba, pero hasta que ello ocurra, todos esos vigilantes informales deberían estar por lo menos empadronados, por los municipios.

Pienso que no se debería engañar a la población llevándola con ello a una "falsa sensación de seguridad", pensando que los vigilantes particulares los ayudaran en una crisis de seguridad.

Finalmente, quiero dejar en claro que los vigilantes particulares colaboraran en el mejor de los casos siendo los ojos y oídos, alertando de esta manera a la policía de ocurrencias extrañas o sospechosos.

Los vigilantes particulares no podrán detener o capturar, lo que una norma podría hacer es que este personal sea parte de una alerta temprana y cuenten con un sistema de comunicación integrado con la policía.


CESAR ORTIZ ANDERSON
Presidente

APROSEC
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