martes, 14 de septiembre de 2010

Ministerio de Cultura: una realidad

Este organismo será el rector en materia de cultura y tendrá competencia exclusiva para formular, evaluar, coordinar y fiscalizar el sector

Por: Carina Moreno

Para todos aquellos que nos dedicamos al tema cultural desde uno y otro lado nos causa beneplácito la creación del Ministerio de Cultura, un anhelo que ha debido esperar largos años para finalmente cristalizarse. Han sido varios los gobiernos que han considerado entre sus planes la creación de este ministerio, pero éste finalmente ha cumplido la promesa.

La promulgación de la ley de creación tuvo como escenario el santuario de Pachacamac y el espacio elegido no podría ser menos oportuno.

Según la ley “el Ministerio de Cultura, que será el organismo rector en materia de cultura y tendrá competencia exclusiva para formular, evaluar, coordinar y fiscalizar las políticas en ese ámbito, aplicable en todos los niveles de gobierno”.
De acuerdo a la autógrafa que fue aprobada por la Comisión Permanente del Congreso, dicho sector tendrá dos viceministerios: el de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, y el de Interculturalidad y Promoción de las Letras y Artes.

El ministerio se creará sobre la base de entes estatales relacionados con la cultura como el Instituto Nacional de Cultura (INC); la Biblioteca Nacional del Perú; el Archivo General de la Nación y la Academia Mayor de la Lengua Quechua. Además, el Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos.

Todo esto suena muy bonito, pero nos preguntamos si es que se ha dado en el marco de una propuesta desarrollada por expertos. Entiendo que desde hace varios años se han trabajado tres proyectos que vinculaban en algunos casos cultura con turismo y en otros, se aproximaban desde otras perspectivas. Por lo que hemos leído y revisado, éste es el proyecto que ha unificado y consensuado otras propuestas.

Si bien es cierto que se ha incorporado al proyecto la ley del mecenazgo con un aporte significativo, no podemos dejar de lado la importancia que se ha dado al tema de la multiplicidad racial que identifica a lo variopinto de nuestro país.

Es importante que después de muchos años, la cultura haya llegado al consejo de ministros y pueda hacer sentir su voz. Eso nadie lo duda, pero aquellos que trabajamos en cultura y más aún, aquellos que hemos pasado por la gestión pública, entendemos que sin presupuesto y sin gestores (no artistas) que puedan sacar las cosas adelante, el ministerio no pasará de ser un elefante blanco.

Y digo gestores porque son ellos y no los artistas (salvo aquellos que hayan demostrado ser buenos gestores) los que podrán llevar adelante proyectos y se sabrán trazar metas y llegar a ellas.

Nuestro temor es que el artista o historiador tienda hacia sus personales intereses (lo que sería absolutamente natural) y no hacia lo que necesita hacer un joven ministerio que tendrá apenas un año para hacer obra, antes que el gobierno siguiente tenga en sus manos la peregrina idea de desaparecerlo.

SIN CULTURA NO HAY FUTURO
Aún así somos conscientes que los políticos tienen claro que la cultura debe tener cada vez más presencia y que sin ella, estaremos perdidos como país.

Ahora hay que entender que cultura es todo aquello vivo que vemos en el calle pero sin reducirlo a una mera fiesta patronal o desfile popular como al parecer lo entiende nuestro alcalde metropolitano, Luis Castañeda Lossio.

Siguiendo estas reflexiones no queda sino esperar que Juan Ossio, primer ministro de Cultura haga bien su trabajo.

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