domingo, 6 de febrero de 2011

Son 13 las víctimas del aguijón letal del dengue

La madrugada de ayer falleció Hugo Piña Maytahuari, de 46 años, En Iquitos nadie está tranquilo. La lucha contra el mal no es solo de los médicos

La familia de Fernando, la undécima víctima del dengue, está consternada. El pequeño había jugado la tarde previa a su deceso. (Foto: Renzo Guerrero de Luna Zárate)

Por Renzo Guerrero de Luna Zárate

La madrugada de ayer, cerca de las 5 de la mañana, falleció Hugo Piña Maytahuari, luego de una larga agonía. Los médicos del Hospital III Essalud de Iquitos refirieron que el paciente hizo un cuadro clínico con síndrome ictérico-hemorrágico. Si bien aún están esperando los resultados, todo haría entender que este hombre de 46 años de edad es la víctima número 13 –y la última al cierre de este informe– del dengue. Horas antes, en el mismo nosocomio, murió una niña de 7 años. Recibió el mismo diagnóstico. A ella sí se le detectó el virus, por lo que fue hospitalizada el 1 de febrero y murió cuatro días después.

Fernando, un niño de 4 años, falleció el mismo día. Su madre, Maritza Navarro, lo llevó al hospital César Garayar García de Iquitos, luego de que el menor se despertara con síntomas de asfixia. Ya nada se podía hacer por él: los médicos certificaron su deceso y, horas más tarde, indicaron que falleció por dengue. Sobre este caso, el director del nosocomio, Ciro Torrejón, dijo que Fernando ya había sido diagnosticado como un paciente sospechoso de dengue. Eso fue el martes pasado. Lo enviaron a su casa y lo citaron para el jueves. Sus padres no lo llevaron porque no presentaba síntomas. “Estaba feliz, habíamos estado jugando hasta tarde y luego se durmió”, señala Ever Moncada, padre del pequeño, mientras algunos familiares lo consuelan.

Mientras en la calle Los Triunfadores velan los restos de Fernando, en el hospital que dirige el doctor Ciro Torrejón se forman colas para descartar el dengue. Diariamente llegan en promedio 100 personas con malestares a este nosocomio. Los más graves son hospitalizados. Uno de ellos es Dennys, de 5 años, quien lleva 8 días internado en el auditorio que se habilitó como pabellón del dengue. Su madre afirma que ya no tiene dolores, pero igual lo mantienen: “Dicen que la variante de este virus es más letal, en cualquier momento te da un ‘shock’ y te mueres. Ay, Diosito, que no le pase nada a mi hijo”. Dennys se ríe, juega. Hace calor, quizás por los mosquiteros que resguardan cada una de las 41 camas que tiene el improvisado pabellón. A su lado pasa una enfermera que va directo a atender a una paciente que está custodiada por dos policías.

ALERTA ROJA
Más de 10 mil personas han sido diagnosticadas con dengue desde el 15 de noviembre, cuando se dio la primera alerta en Iquitos. De este total, fuera de los fallecidos, 1.531 fueron internados y el resto se fue a casa. El jueves último, cuando se cumplían 50 días desde que aparecieron los primeros casos, llegó el ministro de Salud, Óscar Ugarte, decretó la alerta roja en todos los hospitales y anunció que la región Loreto tendrá para gastar S/.17,3 millones. Algunos cuestionaron la lentitud con que actuó su despacho, a lo que el ministro respondió que esa era responsabilidad del gobierno regional. Quizás por esta situación se adelantó la salida del director regional de salud, Carlos Calampa, quien solo estuvo mes y medio en el cargo. Luego asumió Hugo Rodríguez Ferrucci.

Más allá de las acusaciones, el presupuesto servirá para adquirir medicinas, para seguir con la fumigación, para contratar personal y para cancelarle a los que vienen cubriendo dos turnos y hasta tres desde que apareció la crisis del dengue. “Se trata de salvar vidas. Nadie dice cuántas personas aún viven gracias a la atención que se le da”, sostiene César Ramal Asayag, subdirector del Hospital Regional de Loreto, que de tener 16 camas para estos casos pasó a disponer de 150.

Según dijo, todos están poniendo de su parte, pero esta lucha contra el dengue no solamente es de los médicos, sino también de la gente que debe cumplir con las recomendaciones. Esa será la única forma, dijo, de matar a este virus que tiene a la población de Iquitos asustada. Angustiada
Con información de "El Comercio"

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