lunes, 16 de mayo de 2011

FBI tiende puente a musulmanes

CURTIS MORGAN
Ha habido cambios en la forma en que las agencias policiales tratan a sospechosos musulmanes


El canto del adhan, el llamado musulmán a la oración, sonó el domingo por la tarde en la pequeña y humilde casa blanca detrás de una verja verde, la mezquita más antigua del sur de la Florida. Adentro, una decena de hombres y un niño, después de dejar los zapatos afuera como gesto de respeto, recitaban versos del Corán y se inclinaban en dirección a La Meca.

Pero esta vez había un cambio significativo en el antiguo ritual: el líder espiritual de la Mesquita de Flagler no estaba allí para dirigir las oraciones.

Decenas de agentes federales llegaron el sábado a la hora de las oraciones de la mañana para arrestar a Hafiz Muhammad Sher Ali Khan, el débil imán de 76 años, y dos de sus hijos, uno de los cuales lideraba la mezquita Masjid Jamaat Al-Mumineen en Margate, bajo cargos de desviar dinero a los talibanes en Pakistán.

Un día después del operativo, fieles de la mezquita, así como de la comunidad musulmana del sur de la Florida, seguían asombrados y preocupados. Algunos temen represalias. Nezar Hamze, director ejecutivo del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, dijo que se habían recibido dos llamadas ofensivas en la mezquita de Flagler y una en la Margate. Para otros, dijo, el caso —que se basa fundamentalmente en documentos bancarios y llamadas telefónicas grabadas— revivió la sensación de que los espían en secreto.

“El FBI tiene una labor muy importante y lo apoyamos”, dijo Hamze. “Sin embargo, su trabajo a veces cruza un límite e interfiere con los derechos de los musulmanes de paz”.

Pero al menos en este caso los arrestos en el sur de la Florida también señalan un cambio positivo entre los organismos policiales federales y la comunidad islámicoamericana que ha monitoreado de cerca desde los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2011.

El operativo de realizó sobre la base de nuevas reglas nacionales que tienen por fin mostrar más sensibilidad hacia las prácticas religiosas y restar impulso al odio después de varias reuniones en el sur de la Florida este año entre autoridades policiales y líderes musulmanes.

Cuando el fiscal federal Wilfredo Ferrer y John V. Gillies, agente especial de FBI a cargo de la Oficina de Miami, anunciaron los arrestos, los dos enfatizaron que otros fieles y el resto de la comunidad musulmana no deben ser manchados por los supuestos hechos terroristas de un puñado de sus miembros.

En una entrevista por teléfono el domingo con The Miami Herald, Ferrer, reiteró el mensaje.

“Son estadounidenses como el que más”, dijo. “Están tan preocupados por los ataques terroristas como cualquier otra persona. No quieren vivir con miedo”.

Ferrer dijo que las actividades acercamiento a la comunidad musulmana fueron iniciadas el año pasado por el secretario de Justicia, Eric Holder, para atender preocupaciones sobre una mayor tensión y delitos de odio, como una explosión el año pasado en una mezquita de Jacksonville, y tácticas policiales que algunos líderes musulmanes han calificado de exageradas, como la presencia de agentes encubiertos en las mezquitas.
Con información de "El Nuevo Herald"

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