¿Cómo lo consiguió? Pues creando un molde de plástico transparente (esto es importante, ya que los rayos del sol deben poder llegar hasta la fruta) que se coloca alrededor de la pera cuando esta apenas empieza a crecer. Obligada a hacerlo dentro del molde, va adoptando la forma de Buda.
Son totalmente comestibles, el sabor es totalmente idéntico al de una pera tradicional y se consiguen por poco más de 7 dólares. ¿Simpáticas, no?
(Peras con forma de Buda se ven en un huerto en el condado de Weixian, provincia de Hebei en China / Foto: Reuters/Pillar Lee)
(Peras con forma de Buda se ven en un huerto en el condado de Weixian, provincia de Hebei en China / Foto: Reuters/Pillar Lee)
(Peras con forma de Buda se ven en un huerto en el condado de Weixian, provincia de Hebei en China / Foto: Reuters/Pillar Lee)
MISMA IDEA, OTRAS FORMAS
La idea de utilizar moldes para crear distintas formas en los alimentos no es nueva. Por ejemplo, hace unos años aparecieron en Japón sandías completamente cúbicas. Se consiguen en grandes mercados de frutas pero, eso sí, resultan un poco más caras que las tradicionales: alrededor de 80 dólares cada una. (Una mujer sostiene una sandía cúbica en Tokio, Japón, en junio de 2002 / Foto: Koichi Kamoshida/GettyImages)

Con el mismo método cultivan sandías con forma de pirámide o incluso de corazón.
Para los más románticos o quienes quieren crear ensaladas más divertidas, también en Japón se consiguen moldes para dar forma de corazones o estrellas a los pepinos. Sólo hay que tener una huerta en casa y un poco de paciencia para que crezcan.
Yahoo.
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