lunes, 22 de marzo de 2010

¿Cuál mafia?

La existencia de una mafia que conspira en las sombras, contra la democracia, es el último chiste de Toledo. Según él, esta mafia se ha recompuesto y aspira sumir al país en una nueva dictadura. Esta posibilidad la ve tan real, que presuroso ha dejado su retiro en los Estados Unidos y ahora está aquí, para advertirle al país lo cerca que está del abismo. Para evitar esta "tragedia" está convocando un Frente Moral, "no por cuestiones electorales, sino en razón de principios". Esta película que Toledo nos propone como drama (por culpa de las encuestas), no pasa de ser una comedia que bien podría llamarse: "El Cholo Asustado".

En cuanto al montesinismo que describe como "vivito y coleando", él sabe que está destruido y tan muerto como una cucaracha debajo de un zapato. �Por qué entonces el cuento? Pues por Keiko y por Kouri, a quienes percibe como estacas en su camino a Palacio. Por esto quiere a Lourdes de Alcaldesa, para desde esta plataforma y del brazo con el PPC, escenificar el viejo truco de los buenos contra los malos. El Cholo se cree muy listo; pero ya verá la sorpresa que se va a llevar.

Hasta aquí la humorada de Toledo y su socia Lourdes, que sabe de municipios tanto como yo de física nuclear. Pero si hemos de hablar en serio, el fujimorismo que Keiko representa no tiene nada que ver con el montesinismo. Nadie que no esté cegado por el odio puede creer que Keiko cerrará el Congreso, perseguirá a sus adversarios o implementará una dictadura. El fujimorismo de hoy cree en el libre juego de las ideas, en el Estado de Derecho, en la economía de mercado y son una garantía, no un peligro, para esos objetivos de desarrollo y democracia plena que todos anhelamos. Lo que cabría hacer con este nuevo fujimorismo es darle la bienvenida al sistema democrático, competir con él y ganarle en buena lid.

Quienes promueven el odio entre peruanos por oportunismo electoral, sólo revelan su falta de fe en ellos mismos como en sus propuestas. La política vista como melodrama, donde se oponen los héroes y los traidores, sólo es un recurso demagógico que dice mucho de la pobreza moral e intelectual de sus autores.
Con información de "Correo"

No hay comentarios: