Buen día a todos y es un placer dirigirme a ustedes en un día tan especial, como es “El día internacional de la Mujer” y saludarles afectuosamente por este día reconocido a todas las damas presentes y de la localidad.
Hoy en día, el protagonismo de las mujeres es cada vez más determinante, en dónde la dependencia con el hombre es menor, no porque el hombre se lo conceda, sino porque las mujeres han ido obteniendo cada vez más capacitación en todas las áreas profesionales; y también, en el comercio, en la política, en la familia. Por lo tanto, la exigencia de compartir un espacio, un puesto laboral o un cargo con las mujeres es mucho más importante, ya que los esfuerzos y la competencia son mayores en cada ocasión.
La filosofía de las mujeres, la parte emocional, y a veces dramática, ha ido dando pase a una actitud cada vez más operativa, mas práctica, más confiable con relación al hombre, y esto no es un desmerito de los hombres, sino que las mujeres tienen un sello personal de mayor confianza.
Pero un tema en el cual aun no han alcanzado el nivel de protagonismo que si lo tienen en otros ámbitos, es el sexual, en este tema las decisiones que se toman en una relación de pareja, dependen por igual según el tema, pero solo dependen de la mujer en decisiones que afectan solo a ellas; como son: el embarazo, el inicio de sus relaciones sexuales, el aborto terapéutico y eugenésico, y también, cuándo, dónde, cómo y con quién tener un acto sexual, es una decisión enteramente de la mujer.
Hablar de la sexualidad en la época actual no puede seguir siendo un tema vergonzoso, un tema a media voz, un tema sucio o tipificado como quien lo habla es un enfermo sexual o un degenerado sexual, no!!! ya no se puede tolerar una expresión ni una crítica de ese tipo, eso es pura hipocresía, ya que toda nuestra vida estamos ligados a nuestro desarrollo sexual, así como nuestras metas profesionales y personales, están inmersos el éxito y la felicidad de nuestras relaciones sexuales.
Cuando hablamos de decisiones en el plano sexual, nos referimos a la parte fundamental de lo que nos agrada, nos gusta, nos satisface, nos da placer, gozo sexual y ahí nadie nos puede imponer nada, menos aun someternos o condicionarnos, o peor aun chantajearnos, esa es una actitud denigrante, en la cual no existe ninguna razón lógica para aceptarla.
Esta no es una conferencia contra el machismo, es una exposición por los derechos sexuales de las mujeres, en donde el protagonismo de una relación de pareja, siempre la tienen las mujeres ¿Por qué? Pues solo existe una gran razón, “el encanto propio de toda mujer y el potencial sexual que solo las mujeres lo tienen “, y aquí hay que incidir en la gran diferencia que existe entre un hombre y una mujer, ¿cuál es? que las mujeres son sexualmente superiores al hombre, por su capacidad multiorgásmica, por su envidiable sensualidad, y por ser madres en potencia, cualidades que ningún hombre puede alcanzar.
El valor de ser mujer y la experiencia vivida les da un nivel que no puede ni debe ser negociable nunca, sobre todo cuando son forzadas a un acto sexual con su pareja que siempre debe ser voluntario y de mutuo acuerdo. Este último, es un tema muy álgido, muy espinoso, y muchas mujeres se ven en la “necesidad” de transar con la pareja y aceptar lo que no quieren, por lo menos en esos momentos, ese es un acto que tiene una trascendencia negativa en la autoestima de la mujer, en la igualdad de decisiones entre el hombre y la mujer, y en el valor útil del presente de cada mujer.
Pues entonces solo la adecuada información sexual, la capacitación permanente en las relaciones sexuales y el saber marcar la diferencia entre amar con pasión, deseo y amor, o solo sostener un acto meramente sexual -que lejos de causar un efecto agradable solo nos deteriora nuestra capacidad orgásmica- es el camino que debemos trazarnos para que no sólo nosotros, sino también nuestros hijos tengan la posibilidad de ser felices sexualmente, con menos riesgos y con mayor seguridad.
Finalmente, cuando hablamos de temas como el embarazo no deseado, los abusos sexuales, las violaciones sexuales, y los sometimientos sexuales, más de un moralista salta hasta el techo para oponerse y argumentar moral, religión o principios, pero ahí no piensan que es una decisión que sólo les compete a las mujeres, y que es un derecho irrefutable, pero también hay que recalcar que las autoridades que administran justicia deben de tener un nivel de sensibilidad ante tanto atropello sexual, y darle la importancia que tiene un acto aberrante y fuera de lo normal.
La lucha por los derechos sexuales no debe estar exenta de considerar las relaciones cotidianas de la pareja, ya que son precisamente estas relaciones en donde se comenten los abusos más sutiles por parte de los hombres, inclusive, yo me atrevería a sostener que existe una suerte de discriminación del placer sexual, mi arenga a las mujeres siempre luchadoras en cualquier posición en la que se encuentren, y mis mejores deseos de felicidad.
Muchas gracias por estar presentes.
Pablo José Castro Villaizan
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