En la calle Tristán Valdés e Hipódromo Chile están ubicados los departamentos que, a pesar de que tienen pocos años de que fueron construidos, sufrieron graves problemas de infraestructura tras el terremoto, por lo que tuvieron que ser deshabitados. Los vecinos señalan que la empresa constructora no se ha hecho presente y que han tenido que hacer vigilia durante las noches para que no les roben sus pertenencias.
La evacuación del edificio Alto Hipódromo, ubicado en la Av. Hipódromo Chile 1661, se inició al mediodía de ayer. El sistema: dos personas ingresaban a su departamento y en tan sólo 20 minutos debían tomar sus objetos personales y lanzarlos por la ventana al vacío. El procedimiento empezó del piso 21 hacia abajo y sólo se pudieron rescatar objetos de valor, ropa y colchones.
La fuerza del terremoto hizo que los cimientos del edificio se debilitaran hasta tal punto que los pilotes de la base se doblaron, por lo que la infraestructura se inclinó 30 centímetros hacia un costado.
Los 140 departamentos fueron entregados hace dos años y según los vecinos, su construcción se demoró más de lo contemplado, ya que ésta habría sido interrumpida cuando la obra iba en el quinto piso.
"El filtro de la piscina se rompió y toda el agua pasó a mi departamento. Mientras ocurría el terremoto, llovía en el departamento. Ahora, está todo inundado", relata César Ojeda, quien vive en el piso 20.
Los propietarios, quienes aseguraron que aún no tienen contacto con la inmobiliaria, señalaron que se han organizado para cuidar el edificio en la noche, debido a que han intentado entrar a robar.
"Mi departamento quedó con muchos quiebres en el cielo. Incluso me cayó un pedazo de revestimiento en el brazo. Se quebraron las cerámicas, se levantaron. Además de nos descuadró la puerta, fuimos los primeros en el piso en salir. Después ayudamos botando la puerta de los otros vecinos, para que pudieran salir. Fue como estar en una pesadilla infernal", dijo Claudio San Martín, propietario.
Según el alcalde de Independencia, Antonio Garrido, el edificio "según como me han dicho la gente de obras, hay que botarlo" y agregó que vamos a hacer una demanda de parte de la municipalidad para que se bote este edificio y se haga otro. Haremos un demanda dura".
Sin embargo, este no es un caso aislado y en la Región Metropolitana, al menos 15 edificios de departamentos de menos de 10 años de construcción han presentado problemas de estructura importantes, los cuales se encuentran en siete comunas de la Santiago (ver nota secundaria e infografía).
Miedo al saqueo
Otro de los casos en que se encuentra seriamente dañada la infraestructura de los departamentos es en la calle Tristán Valdés en Maipú, donde 36 familias vieron durante la madrugada del sábado cómo su edificio cedía y se inclinaba hacia el poniente, destruyendo ventanas y muros, y aplastando los autos del subterráneo. Los propietarios pasaron de la histeria al miedo debido a la posibilidad de que por las noches delincuentes intenten saquear sus departamentos y robar sus pertenencias.
Por ello ayer los vecinos le pidieron al alcalde de la comuna, Alberto Undurraga, resguardo policial para evitar robos.
Otra de las peticiones de los residentes al edil fue asesoría legal para enfrentar a quienes aparecen como responsables, según dicen, "de la destrucción'' de sus casas: la inmobiliaria Francisco de Aguirre Ltda., que en 2005 les vendió los departamentos, y a la constructora Mujica y González.
Undurraga aseguró que el municipio y el Sernac se harán parte de la demanda que interpondrán en contra de ambas empresas los vecinos.
"Son edificios nuevos, están en uno de los mejores sectores de Maipú y están destruidos. Esto no es efecto del terremoto, es culpa de la mala construcción", reclamó Pamela Vásquez, una de las afectadas.
Como ella, otros residentes aseguran que los problemas del edificio comenzaron hace años. De hecho, señalan que en reiteradas ocasiones debieron contactarse con la constructora para pedir arreglos de fachadas, pisos, filtraciones de agua y grietas en las techumbres.
Los departamentos, que costaron entre 40 y 50 millones de pesos, fueron evaluados por la municipalidad, que ordenó el cierre del perímetro en que se encuentra la construcción y prohibió el ingreso de los vecinos por a lo menos cinco días, a la espera de que las réplicas disminuyan y el edificio se asiente.
Los vecinos se organizaron en grupos para evitar saqueos. Un grupo de hombres está a cargo de la seguridad del edificio. Para esta noche algunos preparaban la instalación de carpas para vigilar sus inmuebles.
Según Undurraga, hoy comenzará el diagnóstico de los daños reales que tiene la estructura.
Otros tres edificios de Maipú también fueron desalojados por peligro de derrumbe. "Hemos hecho un primer recorrido y hay cuatro edificios desalojados, en general son edificios nuevos, lo que aumenta la indignación de los vecinos", dijo el alcalde.
Con información de "La Tercera"
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