domingo, 21 de marzo de 2010

Miami: La fiebre del oro

Todos los días, guardias armados custodian el correo que llega un edificio sin ventanas en Gateway Drive en Pompano Beach.

La entrega del día, dentro de sobres sin marca, es un cargamento de anillos de compromiso, brazaletes rotos, collares, cadenas, broches y hasta rellenos dentales.

Los objetos se asienta, se fotografían, se pesan y se examinan, siempre que el dueño haya aceptado un cheque por correo como pago, y se funden a 1,800 grados de temperatura. Luego son convertidos en barras y vendidos a otros refinadores, acuñadores privados y fabricantes de joyas.

"Todo el mundo decía que estaba loco", aseguró Jeff Aronson, de 37 años. "Que nadie nos mandaría oro por correo''.

Pero no, no estaba loco. Cash4Gold, que Aronson fundó hace tres años, es una de varias empresas de compra de oro por correo que han triunfado, gracias a la explosión del precio del oro y a una fuerte recesión que tiene a la gente empeñando todo lo que tenga valor.

Junto con el dinero, las compañías han generado duras críticas por parte de los consumidores que dicen haber sido engañados. El Better Business Bureau le ha dado a Cash4Gold una clasificación de C en una escala de A+ a F, tras recibir 350 quejas.

La Procuraduría General de la Florida abrió una investigación sobre Cash4Gold tras recibir docenas de quejas. Alentados por el anonimato de internet, irritados clientes se quejan de la compañías en páginas electrónicas.

Recientemente, el Boston Globe compró un par de aretes por $62 y se lo envió a Cash4Gold, que le hizo llegar un cheque de $3.25.

Aronson y otros en el negocio dicen que frecuentemente la cantidad de metal precioso en cada pieza no tiene relación con su precio minorista.

"Usted puede comprar una cadena de oro por $500'', indicó Aronson. "[Pero] puede que sólo tengan $40 en oro... Un joyero puede haberle aumentado el precio 20 veces''.

A su juicio, una mejor medida de la satisfacción del cliente es que 90 por ciento de los clientes acepta el cheque que la compañía le envía.

Este tipo de servicio, como Cash4Gold y Money4Gold, también radicado en Broward, son parte de una industria enormemente lucrativa. Money4Gold recientemente informó a los inversores que las ganancias de su cuarto trimestre del 2009 fueron $19 millones, un aumento de 186 por ciento en relación con el trimestre anterior.

Las compañías admiten alegremente que los consumidores pueden conseguir un mejor precio si están dispuestos a buscar. Lo que ellos ofrecen es conveniencia.

La industria de la compra del oro también tiene quioscos para comprar objetos como Gold Buyers at the Mall, radicado en New Jersey, con 43 tiendas, la mitad de ellas en la Florida. Luis Proano, de 22 años, fue a la tienda de Pembroke Pines para vender su anillo y un pesado collar de su madre.

Proano no quería poner ese oro en un sobre y mandarlo por correo.

Los artículos, pesados y tasados en el momento, le reportaron unos $750, más que suficiente para el nuevo par de zapatillas Air Jordan que quería.

Si no está dispuesto a enviar el oro por correo, Gold Party Pros, en Michigan, envía tasadores a su casa para consultas privadas o celebrar una fiesta de oro.

En un reciente sábado por la noche, los invitados llegaban a casa de Ernesto Alvarez en Kendall para disfrutar de la música, la comida, el vino y negociar con Jason Rusinack, el representante de la compañía en la Florida.

"Esto es muy seguro'', comentó Iris Rohena, de Kendall, sentada en un sofá frente a la mesa donde estaba el equipo de Rusinack: una balanza, un imán y algo llamado GXL-24 Pro, que determina la pureza del oro.

"No sé si iría a una casa de empeño'', dijo Rohena, que llevó el anillo de compromiso de un matrimonio fracasado, que le rindió $750.

Pero Cash4Gold es la empresa más destacada por el momento, gracias a ciertos comerciales con celebridades como Ed McMahon (ya fallecido) y MC Hammer, un amigo de Aronson que ha invertido en la empresa. Los anuncios aparecieron originalmente durante el Super Bowl del 2009, lo que magnificó su impacto.

La planta de la compañía en Pompano, que parece una fortaleza, tiene 300 empleados, donde cada sobre se asienta, se verifica la firma del cliente y y el número de su licencia de conducción --los vendedores tienen que ser mayores de 21 años-- y fotografiados, antes de ser tasados por contenido de metal precioso.

El valor de cada pieza lo determinan empleados con guantes blancos que usan batas sin bolsillos. Sus herramientas incluyen ácidos, rayos X y dispositivos de prueba electrónicos.

Si usted trabaja en Cash4Gold, es mejor que no se preocupe mucho por su privacidad personal. Cada tarjeta de identidad de un empleado registra su peso, para desalentar que se llenen los bolsillos con valores pesados. Y, como salvaguarda adicional, hay detectores de metales a la salida.

Como si fuera poco, como condición de empleo los trabajadores, tienen que estar de acuerdo en que les registren el cuerpo, la mesa de trabajo y el automóvil en cualquier momento que la administración estime pertinente.

Aronson ya estaba procesando oro para tiendas de joyas y casas de empeño cuando se le ocurrió la idea de que los consumidores le enviaran sus joyas por correo.

Para tranquilizar las preocupaciones sobre los pagos, Cash4Gold da a los clientes 12 días para decidir si aceptan la oferta y cobran el cheque.
Con información de "El Nuevo Herald"

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