Le volvió la pasión

Cuando al final del año pasado, sostuve que Claudio Pizarro era el mejor jugador peruano en el extranjero, por encima de Juan Vargas, tuve voces de protesta. El “Loco” es sin duda mucho más carismático que el delantero del Bremen. Pero eso no significa que sea mejor.

Pizarro es el jugador peruano más exitoso de la historia. Es cierto que no jugó y probablemente ni jugará un mundial como sí lo hizo Cubillas, Sotil, Cueto o Chale, pero la barrilla de su historial es muy alta para cualquier otro jugador peruano. A esta altura de su vida, no lo podrá superar Jefferson Farfán o Paolo Guerrero.

Creo que Pizarro es un buen jugador sin llegar a estar entre los 20 mejores delanteros del mundo. Pero en lo que sí debe estar en el top 10, es en pegarle a la pelota con la cabeza.

La técnica que emplea lo hace uno de los mejores cabeceadores del mundo hoy. En el salto ha superado a verdaderas estrellas de la defensa mundial.

Ahora leo una entrevista a Claudio y dice que le quita el sueño salir campeón con la camiseta de Alianza Lima.

Recuerdo hace varios años cuando le preguntaban a Claudio por el fútbol peruano, estaba perdido. Decía incoherencias. A Pizarro no le interesaba en lo más mínimo lo que le pasaba al cuadro victoriano.

Y era hasta comprensible. Porque el dinero que ganaba era tanto que pasó a ser su prioridad. El fútbol pasó a segundo plano.

Tanto que en Chelsea apenas jugó algunos partidos y su cuota goleadora era mínima. Ni hablar de la selección donde las críticas eran justificadas por su desinterés.

Todo ser humano cuando hace las cosas con pasión las hace mejor y para practicar un deporte se necesita mucha pasión.

Hace poco, Lionel Messi dijo que jugaría hasta gratis en Barcelona. Y se lo creo. Porque se nota que el argentino es un apasionado de lo que hace. Luego llega el triunfo y el dinero.

Cuanta diferencia con Andrés Mendoza cuando dijo que sólo jugaba por el club que le pagaba y la selección no lo hacía. Claudio volvió a estar en el pedestal porque corrió la pasión otra vez por sus venas.

Con información de "La Primera"