jueves, 16 de septiembre de 2010

Doña Julia, una anticuchería con sabor peruano

"invertir más, para vender más", una estrategia de marketing muy peculiar que impulsaron los esposos Cisneros-Ayala, una pareja de emprendedores que utilizaron la crisis y el TLC con Estados Unidos, para beneficiarse empresarialmente

Por: Javier Yoplac Y.

Hay historias de éxito que seguramente usted amigo lector habrá leido en ocasiones anteriores, pero igual le mostramos en esta ocasión una historia que esperamos pueda ayudarlo a fortalecer su empresa o negocio

UNA CRISIS QUE REMECIÓ
La crisis mundial que felizmente ya está pasando, afectó a estos prosperos empresarios porque muchos de sus clientes eran turistas. Al ver que las ventas del negocio estaban bajando, los esposos Cisneros-Ayala se propusieron revertir esta situación mediante una estrategia muy peculiar que la llamaron, "invirtir más, para vender más" -aprovechando la firma del TLC con los Estados Unidos- que consistió no solo en construir un nuevo local -más moderno que el que tenían- sino que además pudiera albergar a más clientes.

Además según esta propuesta, dicho local debería poder atender otros productos gastronómicos novoandinos, con la misma calidad, un buen servicio de atención; y así lo hicieron.

Gracias a esta idea, hoy en día "Doña Julia" ya se encuentra en capacidad de franquiciar su negocio, y además, ya están pensando en como difundir su sazón a otros paises del mundo.

A todo esto, nos queda claro que la única manera de revertir situaciones de crisis globales, es utilizando el ingenio y la visión empresarial, para marcar la diferencia de nuestros cercanos competidores.

UNA HISTORIA DE EMPRENDEDORES

Olores y sabores se pueden percibir y hasta a veces saborear a través de la sazón que emana de la Anticuchería “Doña Julia”, cada vez que usted tiene la oportunidad de pasar cerca a los dos locales que posee en el distrito de Jesús María.

Caminar cerca a la avenida Brasil cuadra 14, o la esquina de Huiracocha con la avenida Cuba, cerca a la Iglesia San José, se han convertido en un punto de encuentro para muchos clientes que vienen de diversos lugares de la capital para degustar los platos criollos y también novoandinos que ahora ofrecen.

“Doña Julia”, así llamaban a Julia González Cárdenas, la empresaria fundadora que empezó este negocio, casi sin quererlo.

Según cuenta su hija Raquel Ayala Gonzáles, su madre empezó vendiendo verduras en la calle pero siempre le sobraba zapallo. En ese afán de recuperar lo invertido, Doña Julia decide preparar picarones. Tuvo tanto éxito que pensó en algún momento dejar de vender verduras para dedicarse a esta nueva actividad porque era más rentable.

Pero sucedió algo más en la vida de “Doña Julia” para que su marcado éxito brillara y comenzara el despegue de este negocio anhelado. Un cliente le pregunta, ¿por qué no combina los picarones con los anticuchos?... y casi sin quererlo, de esta manera nace la anticuchería de manera ambulatoria atendiendo a cientos de comensales.

Según recuerda emocionada su hija Ayala Gonzáles, “mi mamá fue una mujer de mucho esfuerzo y sacrificio. Ella vendía los anticuchos y picarones, mientras yo a la edad de 4 añitos descansaba debajo del triciclo”.

Heredera de esa sazón tan particular, Ayala Gonzales conoce a Agustín Cisneros Arango cuyos padres también se dedicaban al negocio de la cocina. Pasan los años y luego se casan, y juntos desarrollan e impulsan con mucho éxito lo que es hoy, la Anticuchería “Doña Julia” y “Doña Mama-Pancha”.

EL SECRETO
Preguntamos a los prósperos empresarios Císneros-Ayala sobre el secreto de su éxito, como una manera de poder contribuir con todos ustedes, a que otros emprendedores como ellos, agarren el hilo de la madeja empresarial y consoliden de una vez por todas, lo que será el derrotero que marcará sus vidas.

Para, Agustín Cisneros Arango el secreto de su éxito empieza a través de la armonía familiar. “Nosotros tenemos que estar en armonía con nuestros familiares, vecinos, amigos, clientes. Dejar a un lado las envidias que no nos dejan crecer. Seguir ejemplos de gente que han marcado un rumbo como la familia Añaños de la empresa Kola Real. Siempre siendo sencillos, pero pensando en grande”, argumentó.

En tanto que para Raquel Ayala Gonzales, el éxito viene unido con la constancia y sacrificio. “Nosotros los peruanos tenemos la mística de ser emprendedores, lo único que nos falta es tener disciplina y realizar los trabajos con optima calidad. Tenemos un país que lo tiene todo, empezar ahora, es muy importante”, subrayó.

LOS PREMIOS
Los premios que han recibido por segundo año consecutivo es el “Latin American Quality Awards”, así como también ha recibido el premio a la “Cinta Roja y Blanca”, como la mejor anticucheria del Perú, ni que decir de los reconocimientos que ha obtenido durante 5 veces consecutivas, el premio POP (Peruana de Opinión Pública).

Últimamente, han sido merecedores del premio que otorga “Latin American Awards - Empresario del Año 2010" por haber cumplido con una excelente labor empresarial y asimismo, haber garantizado una atención preferencial al cliente.

La del estribo
Latin American Quality Institute (LAQI) es una organización privada sin fines de lucro, fundada en la ciudad de Panamá, cuya finalidad es fomentar y apoyar la competitividad de las empresas y organizaciones Latinoamericanas, promoviendo la cultura de calidad y desarrollo sostenible, reflejada en su misión y visión.

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