El turco Mehmet Ali Agca, el hombre que disparó contra el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro en mayo de 1981, afirmó que el propio Vaticano fue el que ordenó el asesinato, en una entrevista a la televisión turca TRT TV, difundida ayer.
"El gobierno del Vaticano fue el que decidió el asesinato”, afirmó el turco, en su primera entrevista a la prensa desde que fue puesto en libertad a principios de este año, tras pasar 10 años preso en Turquía por la muerte de un periodista y 19, en Italia, por el ataque al Papa.
Agca responsabilizó directamente al cardenal Agustino Casaroli, fallecido en 1998, y en ese entonces secretario del Estado Vaticano, de haber planeado el magnicidio y de llevarlo a cabo a través de otra persona, que lo contactó e identificó como el padre Michele.
“Hice prácticas para el ataque junto con el Padre Michele y otro agente del Vaticano. Me reuní varias veces con él e incluso fuimos a la Plaza de San Pedro para planear el atentado”, indicó.
El terrorista, quien en los últimos meses se ha proclamado como Mesías (hijo de Dios), dijo que por su misión recibió un pago de entre 40 mil y 50 mil dólares.
Recordó que durante la visita que el Papa le hizo en prisión en 1983 y en la que lo perdonó, Juan Pablo II no le preguntó en ningún momento quién había estado detrás del ataque, aunque afirmó que estaba seguro que el pontífice “sabía perfectamente que el Vaticano estaba detrás”.
En su entrevista con la televisión turca el terrorista aseguró que ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, ni la KGB (servicio secreto de la desaparecida Unión Soviética) estuvieron detrás del atentado, como se ha especulado desde el día del atentado.
Al momento de su arresto, después de que disparó contra el Papa en la Plaza de San Pedro, Agca afirmó que había actuado solo, sin embargo después indicó que había sido contratado por el servicio secreto búlgaro para llevar a cabo el ataque.
Con información del "Diario 16"
"El gobierno del Vaticano fue el que decidió el asesinato”, afirmó el turco, en su primera entrevista a la prensa desde que fue puesto en libertad a principios de este año, tras pasar 10 años preso en Turquía por la muerte de un periodista y 19, en Italia, por el ataque al Papa.
Agca responsabilizó directamente al cardenal Agustino Casaroli, fallecido en 1998, y en ese entonces secretario del Estado Vaticano, de haber planeado el magnicidio y de llevarlo a cabo a través de otra persona, que lo contactó e identificó como el padre Michele.
“Hice prácticas para el ataque junto con el Padre Michele y otro agente del Vaticano. Me reuní varias veces con él e incluso fuimos a la Plaza de San Pedro para planear el atentado”, indicó.
El terrorista, quien en los últimos meses se ha proclamado como Mesías (hijo de Dios), dijo que por su misión recibió un pago de entre 40 mil y 50 mil dólares.
Recordó que durante la visita que el Papa le hizo en prisión en 1983 y en la que lo perdonó, Juan Pablo II no le preguntó en ningún momento quién había estado detrás del ataque, aunque afirmó que estaba seguro que el pontífice “sabía perfectamente que el Vaticano estaba detrás”.
En su entrevista con la televisión turca el terrorista aseguró que ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, ni la KGB (servicio secreto de la desaparecida Unión Soviética) estuvieron detrás del atentado, como se ha especulado desde el día del atentado.
Al momento de su arresto, después de que disparó contra el Papa en la Plaza de San Pedro, Agca afirmó que había actuado solo, sin embargo después indicó que había sido contratado por el servicio secreto búlgaro para llevar a cabo el ataque.
Con información del "Diario 16"
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