Su corazón aprista pudo más que su juramento de cumplir y hacer cumplir la ley. Por eso a la magistrada suplente Flor de María La Rosa no le importó seguir afiliada al partido de gobierno mientras administraba justicia. Por eso violó las normas que expresamente prohíben a jueces estar afiliados a un partido político. Tal vez pensó que sus “compañeros” siempre la protegerían.
Sin embargo, nadie pudo evitar que la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) le abriera un proceso administrativo por seguir en las filas del APRA.
El presidente de la Corte Superior, César Vega Vega fue precisamente el vocal que la nombró y colocó en el 33 Juzgado Penal de Lima cuando ella ejercía la abogacía de manera privada. La Rosa es juez suplente, es decir, no ha seguido la carrera judicial, y llegó al cargo de magistrada ‘elegida’ por el presidente de la Corte.
Esta jueza figura en la página oficial del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) como afiliada al APRA desde 2004, pese a que la ley prohíbe que formen parte de agrupaciones partidarias. Fuentes del Poder Judicial dijeron que, ante esta evidencia es inminente una sanción, que sería la destitución, lo cual no le permitiría ejercer ningún otro cargo en el Poder Judicial.
Dejar pasar esta situación –dijeron las fuentes– sería como oficializar que cualquier juez pueda militar en una agrupación.
Con información del "Diario 16"
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