domingo, 14 de noviembre de 2010

Conozca la historia detrás de los símbolos de algunos partidos políticos

En una época en que los movimientos políticos buscan formar alianzas, pero ponen como condición mantener sus símbolos, buscamos el origen de los emblemas más representativos


Por Juan Aurelio Arévalo

Tan importantes han llegado a ser los símbolos de los partidos políticos que hay quienes se creen la encarnación de estos. “Usted es de la estrella del Apra y yo soy del sol de Solidaridad, pero ambos se juntaron para iluminar la noche y el día, y para iluminar finalmente el país y la democracia”, le dijo Luis Castañeda al presidente Alan García durante la inauguración del Museo Metropolitano, un mes atrás.

Al margen de la aduladora frase del ex alcalde de Lima, los políticos parecen haber entendido que el emblema gráfico resulta determinante a la hora de vincular los partidos con el electorado. Por eso, cuesta creer que recién a partir de los comicios generales de 1980 los símbolos fueran autorizados y considerados oficialmente en el diseño de la cédula de sufragio.

Como dato anecdótico, para la elección de la Asamblea Constituyente de 1978, a los partidos se les asignó una letra por sorteo. Al Apra le tocó la “C” y al PPC la “B”.

LA LAMPA Y LA ESTRELLA
El presidente de Acción Popular (AP), Javier Alva Orlandini, cuenta que uno de los primeros antecedentes del uso de la lampa en su organización data de 1963, cuando el presidente Fernando Belaunde realizó un acopio de estas herramientas en Palacio de Gobierno, para luego utilizarlas en el programa Cooperación Popular. El lema del momento fue: “Picos y palas para la revolución sin balas”.

“Yo era personero ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) cuando se tuvo que cumplir con la formalidad de establecer el símbolo. Llamé a Belaunde, que se encontraba en EE.UU., y le dije que, de acuerdo con la historia del partido, la lampa me parecía lo más adecuado. ‘¡Por supuesto!’, contestó. Mi hermano Miguel hizo el diseño con un fondo rojo, blanco y rojo inclinado, ya que por ley no podíamos usar la bandera al ser un símbolo patrio”, explica.

La lampa resultó ser efectiva. En los comicios generales de 1980 (cuando por primera vez votó la población analfabeta) Belaunde ganó con el 46% de los votos frente al 27% de Armando Villanueva. Sin embargo, 16 años después, en las elecciones de abril del 2006, por primera vez los seguidores del arquitecto tuvieron que marcar otro símbolo.

Los acciopopulistas escogieron a regañadientes una “V”, que representaba al Frente de Centro que incluía a Somos Perú y la Coordinadora Nacional de Independientes (CNI). “¡Fue un gravísimo error!”, reconoce el congresista Víctor Andrés García Belaunde, quien añade que la idea era llevar un corazón con la lampa al medio, pero Drago Kisic, líder de la CNI, se opuso. Sin la lampa , Valentín Paniagua apenas alcanzó el 5%.

Otro símbolo con gran poder de identificación es la estrella aprista. Una figura que, según el ex candidato a la Alcaldía de Lima Carlos Roca, está presente desde el proceso de fundación del partido. “El Apra se empieza a organizar en 1924 y en 1925 termina de afianzarse como alianza continental en París. Ahí se aprobó el programa máximo que constó de cinco puntos, los cuales quedaron representados en la estrella con el mismo número de puntas”, señala Roca, quien, además presume que Víctor Raúl Haya de la Torre se inspiró en la estrella soviética, pues en 1924 estuvo en Rusia y ese era el símbolo de muchos partidos socialistas y de izquierda en Europa.

Si avanzamos en el tiempo y llegamos a 1985, veremos que la mítica estrella aprista cumplió un rol fundamental en la primera victoria presidencial de Alan García. El libro “La historia de la publicidad en el Perú”, de esta casa editora, recuerda que, en medio de la violencia cotidiana que vivía el país, García quiso imponer un mensaje de paz. Identificados como un partido de lucha, pero también por episodios sangrientos, los ‘compañeros’ idearon un spot televisivo en el cual la sigla APRA, que se encontraba en la estrella, se disolvía como un copo de algodón hasta formar una blanca paloma. Todo ello bajo el fondo musical de “Mi Perú”. En el 2006, la estrella nuevamente los ayudó a ganar, pero esta vez bailaba sonriente al ritmo de un reggaetón.

El PPC es otra agrupación histórica que ha sabido sacarle provecho a su símbolo. Muchos olvidan que, hasta la década del ochenta, el emblema del partido no era el mapa del Perú sino el sol radiante. “Nosotros veníamos de tres derrotas, así que a finales de setiembre de 1984 empezamos a buscar otra imagen”, comenta el ex congresista Xavier Barrón. Entre la baraja de posibilidades surgió un sol púrpura, luego una cruz de malta con doble travesaño color azul y el mapa, que finalmente resultó elegido.

“El JNE nos dijo que no podíamos usar un símbolo de origen patrio. Me tocó liderar la defensa y expliqué que, según la Constitución, los símbolos de la patria son la escarapela y la bandera. Además, el mapa no era exactamente todo el territorio de la República, porque faltaba el mar de Grau. Con ese argumento ganamos la causa”, revela Barrón.

PARA TODOS LOS GUSTOS
En los últimos años, las muestras de creatividad surgidas desde los partidos han sido más que evidentes. En el 2000, Eliane Karp explicó que el dibujo que encuadraba la “T” en el logo de Perú Posible era la chacana de Pachacútec, un elemento ordenador en la sociedad andina. Según el secretario general del partido, Javier Reátegui, la idea partió de Alejandro Toledo, quien buscaba un símbolo que lo acercara a las raíces del país. “El verde de la chacana es la esperanza y el amarillo la paz”, señala.

Otro candidato que quiso acercarse al pueblo, pero con un símbolo que representara el mestizaje y la pobreza, fue Ollanta Humala. En el 2006, la olla de barro roja y blanca de Unión por el Perú (UPP) no solo le permitió captar la atención de las personas más humildes, sino también incrementar el nivel de recordación de los electores a través de un juego fonético juntando la “O” de Ollanta con la de la olla. En ese tiempo, el congresista Michael Martínez, de UPP, reveló que pensaban cambiar el nombre del partido a Partido Nacionalista Bolivariano y entre los símbolos a adoptar se encontraban el puma y la Piedra de los doce ángulos.

El fujimorismo es un caso aparte, pues sus símbolos se proyectan en el tiempo. La directora de Imasen, Giovanna Peñaflor, resalta que este movimiento escoge emblemas de acuerdo con las fechas electorales: Cambio 90, Perú 2000 o Fuerza 2011. De esta forma, logran orientar al votante menos instruido.

En la memoria del elector, también se encuentra el sol amarillo de Solidaridad Nacional, con quince rayos a su alrededor y la sigla PSN escrita en cursivas (idénticas al logo del IPSS, del cual Luis Castañeda fue director). También se recuerda con facilidad el corazón de Somos Perú. El líder, Fernando Andrade, reconoce que el creativo fue su hermano Alberto, quien con la experiencia de haber diseñado el logo de Alda realizó una serie de focus groups y bosquejos hasta dar con la imagen adecuada.

Pero el premio a la imaginación y a la rareza se lo lleva la madre cargando a su hijo de Siempre Unidos. “Soy médico ginecólogo obstetra y se me ocurrió porque representa la unidad más importante de la vida”, comenta el presidente del partido, Felipe Castillo, quien por negarse a ceder su símbolo, no se alió con Álex Kouri en los comicios municipales pasados. No se arrepiente.
Con informaición de "El Comercio"

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