Mayoría aún se vende en el Mercado Central
Noviembre. La parafernalia navideña empieza a ocupar las calles silenciosamente y para muchos llegó la hora de sacar cuentas y pensar en los regalos, sobre todo para los más pequeños. ¿Pero sabe usted qué juguetes le conviene comprarle a su engreído? No hablamos solo de gustos, sino también –y sobre todo– de seguridad. Entonces, ¿sabe si el nuevo juguete del niño de la casa le podría causar algún daño a largo plazo?
Desde el 2007 la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) ha puesto énfasis en la fiscalización de juguetes y útiles de escritorio del mercado local para determinar sus niveles de toxicidad, pues no todos se encuentran realmente aptos para su comercialización.
Por ello, 3.162 juguetes que fueron requisados en diversas operaciones de control en los últimos tres años han sido sometidos a análisis químicos para determinar si contienen, principalmente, exceso de plomo entre sus componentes. El resultado de la evaluación se ha traducido en una lista de 59 productos de alta toxicidad cuyo comercio está prohibido por atentar contra la salud.
Esta lista es pública, pues se encuentra en la página web de la Digesa (www.digesa.sld.pe); sin embargo, no son muchos los ciudadanos que pueden acceder a ella, pues además de no haberse hecho una adecuada difusión de su existencia, hallarla en el portal institucional requiere una búsqueda enredada que pocos se animan a realizar.
PROHIBICIÓN OLVIDADA
La mayoría de productos que figuran en la lista negra de la Digesa contiene entre 10% y 1.300% de exceso de plomo permitido, según el límite establecido por la Digesa (90 miligramos por kilo de este metal). Varios son carritos, rompecabezas o juguetes didácticos que se venden en diversos distritos de Lima.
Así, en un recorrido por las galerías de Mesa Redonda, centro mayorista por excelencia y que abastece los principales mercados de la capital, El Comercio comprobó que productos similares, sin el etiquetado adecuado y sin registro de habérsele realizado las pruebas químicas necesarias, continúan vendiéndose sin el menor cargo de conciencia de los comerciantes.
La experiencia de Ana María Páucar explica un poco la situación. Ella tiene más de treinta años dedicada a la venta de juguetes y dice que nunca entenderá a qué daños se refieren las autoridades cuando hablan de toxicidad.
“Mis hijos y mis nietos jugaron con el mismo tipo de juguetes y han crecido normales. La gente los compra porque son más baratos, y eso no quiere decir que sean malos. Solo que ponerle todas las etiquetas que piden haría que sean más caros”, explica. Lo cierto es que muchos de los compradores tampoco le dan mayor importancia al tema.
PELIGRO DE INTOXICACIÓN
Una recomendación de la Asociación de Consumidores y Usuarios (Aspec), la Digesa y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual (Indecopi) es verificar la correcta rotulación de los juguetes antes de comprarlos.
El doctor Edward Cruz, director general de Digesa, explica que la importancia de esa verificación radica en que “si el producto cuenta con todos los permisos, estos aparecen en el rótulo”. Eso quiere decir que puede comprarlo sin que este represente un riesgo para la salud. El problema es que los consumidores no siempre son conscientes de los riesgos a los que se exponen.
Cruz explica que el problema con los juguetes tóxicos radica en que los niños, sobre todo los más pequeños, no miden (ni conocen) los riesgos de estos productos y que, además de jugar con ellos, los pueden ingerir o chupar. “Los altos índices de plomo pueden causar a la larga daños neurológicos y problemas de conducta y aprendizaje. Los excesos de cromo pueden causar daños en la piel, neurológicos y renales”, enfatizó.
LA CIFRA
20 Toneladas de juguetes falsificados fueron incautadas por la Sunat solo en setiembre y octubre pasado.
QUÉ SE VIENE
Digesa anunció que hasta fin de año realizaría 15 operaciones de fiscalización en diversos locales de Lima para procurar la venta de productos no tóxicos y debidamente rotulados.
Esas actividades contarán con la presencia de representantes de la Digesa, el Ministerio Público y la Policía Fiscal.
Aspec ya tiene preparadas campañas informativas para alertar al consumidor sobre las especificaciones que debe tomar en cuenta con miras a las compras navideñas.
PARA RECORDAR
Papelito no manda
Desde el 2004 existe en nuestro país la ley que prohíbe la fabricación, importación, distribución y comercialización de juguetes y útiles de escritorio tóxicos. La reglamentación tardó tres años en publicarse.
El impulso de Mattel
El reglamento de la mencionada ley salió publicado casi un mes después de que la empresa internacional Mattel anunciara que debía retirar del mercado un lote de productos chinos de Fisher Price por su alto contenido de plomo. En el 2007 ingresaron 6.817 juguetes contaminados de esa marca al Perú.
A SU SERVICIO
Para identificar un juguete no tóxico se debe verificar el código del lote del producto, los datos del fabricante, el número del registro y autorización sanitaria otorgado por la Digesa.
Todos los datos deben estar escritos en castellano o tener la traducción respectiva.
Se debe revisar que los juguetes tengan las especificaciones sobre la edad y las recomendaciones para el uso o montaje del producto en caso de que lo requiera.
Hay que revisar la relación de los materiales utilizados para la fabricación del producto.
Con información de "El Comercio"
Noviembre. La parafernalia navideña empieza a ocupar las calles silenciosamente y para muchos llegó la hora de sacar cuentas y pensar en los regalos, sobre todo para los más pequeños. ¿Pero sabe usted qué juguetes le conviene comprarle a su engreído? No hablamos solo de gustos, sino también –y sobre todo– de seguridad. Entonces, ¿sabe si el nuevo juguete del niño de la casa le podría causar algún daño a largo plazo?
Desde el 2007 la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) ha puesto énfasis en la fiscalización de juguetes y útiles de escritorio del mercado local para determinar sus niveles de toxicidad, pues no todos se encuentran realmente aptos para su comercialización.
Por ello, 3.162 juguetes que fueron requisados en diversas operaciones de control en los últimos tres años han sido sometidos a análisis químicos para determinar si contienen, principalmente, exceso de plomo entre sus componentes. El resultado de la evaluación se ha traducido en una lista de 59 productos de alta toxicidad cuyo comercio está prohibido por atentar contra la salud.
Esta lista es pública, pues se encuentra en la página web de la Digesa (www.digesa.sld.pe); sin embargo, no son muchos los ciudadanos que pueden acceder a ella, pues además de no haberse hecho una adecuada difusión de su existencia, hallarla en el portal institucional requiere una búsqueda enredada que pocos se animan a realizar.
PROHIBICIÓN OLVIDADA
La mayoría de productos que figuran en la lista negra de la Digesa contiene entre 10% y 1.300% de exceso de plomo permitido, según el límite establecido por la Digesa (90 miligramos por kilo de este metal). Varios son carritos, rompecabezas o juguetes didácticos que se venden en diversos distritos de Lima.
Así, en un recorrido por las galerías de Mesa Redonda, centro mayorista por excelencia y que abastece los principales mercados de la capital, El Comercio comprobó que productos similares, sin el etiquetado adecuado y sin registro de habérsele realizado las pruebas químicas necesarias, continúan vendiéndose sin el menor cargo de conciencia de los comerciantes.
La experiencia de Ana María Páucar explica un poco la situación. Ella tiene más de treinta años dedicada a la venta de juguetes y dice que nunca entenderá a qué daños se refieren las autoridades cuando hablan de toxicidad.
“Mis hijos y mis nietos jugaron con el mismo tipo de juguetes y han crecido normales. La gente los compra porque son más baratos, y eso no quiere decir que sean malos. Solo que ponerle todas las etiquetas que piden haría que sean más caros”, explica. Lo cierto es que muchos de los compradores tampoco le dan mayor importancia al tema.
PELIGRO DE INTOXICACIÓN
Una recomendación de la Asociación de Consumidores y Usuarios (Aspec), la Digesa y el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual (Indecopi) es verificar la correcta rotulación de los juguetes antes de comprarlos.
El doctor Edward Cruz, director general de Digesa, explica que la importancia de esa verificación radica en que “si el producto cuenta con todos los permisos, estos aparecen en el rótulo”. Eso quiere decir que puede comprarlo sin que este represente un riesgo para la salud. El problema es que los consumidores no siempre son conscientes de los riesgos a los que se exponen.
Cruz explica que el problema con los juguetes tóxicos radica en que los niños, sobre todo los más pequeños, no miden (ni conocen) los riesgos de estos productos y que, además de jugar con ellos, los pueden ingerir o chupar. “Los altos índices de plomo pueden causar a la larga daños neurológicos y problemas de conducta y aprendizaje. Los excesos de cromo pueden causar daños en la piel, neurológicos y renales”, enfatizó.
LA CIFRA
20 Toneladas de juguetes falsificados fueron incautadas por la Sunat solo en setiembre y octubre pasado.
QUÉ SE VIENE
Digesa anunció que hasta fin de año realizaría 15 operaciones de fiscalización en diversos locales de Lima para procurar la venta de productos no tóxicos y debidamente rotulados.
Esas actividades contarán con la presencia de representantes de la Digesa, el Ministerio Público y la Policía Fiscal.
Aspec ya tiene preparadas campañas informativas para alertar al consumidor sobre las especificaciones que debe tomar en cuenta con miras a las compras navideñas.
PARA RECORDAR
Papelito no manda
Desde el 2004 existe en nuestro país la ley que prohíbe la fabricación, importación, distribución y comercialización de juguetes y útiles de escritorio tóxicos. La reglamentación tardó tres años en publicarse.
El impulso de Mattel
El reglamento de la mencionada ley salió publicado casi un mes después de que la empresa internacional Mattel anunciara que debía retirar del mercado un lote de productos chinos de Fisher Price por su alto contenido de plomo. En el 2007 ingresaron 6.817 juguetes contaminados de esa marca al Perú.
A SU SERVICIO
Para identificar un juguete no tóxico se debe verificar el código del lote del producto, los datos del fabricante, el número del registro y autorización sanitaria otorgado por la Digesa.
Todos los datos deben estar escritos en castellano o tener la traducción respectiva.
Se debe revisar que los juguetes tengan las especificaciones sobre la edad y las recomendaciones para el uso o montaje del producto en caso de que lo requiera.
Hay que revisar la relación de los materiales utilizados para la fabricación del producto.
Con información de "El Comercio"
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