miércoles, 17 de noviembre de 2010

Percepciones Exposición fotográfica

Las fotografías de María Cecilia Piazza nos invitan a introducirnos en un universo donde la velocidad entra en lucha con la detención. Sus personajes, casi fantasmagóricos, transitan, se diluyen, se entremezclan en la multitud.


Fotografías, fotoserigrafías y grabados, así como una selección de sus trabajos fotoperiodísticos, forman parte de “Percepciones” exposición que reúne el trabajo de 35 años de trayectoria artística. Estupenda muestra que se expondrá en la Galería Germán Krüger Espantoso del ICPNA de Miraflores (Av. Angamos Oeste 120). La inauguración será el jueves 11 de noviembre a las 7:00 p.m. y estará abierta al público del 12 de noviembre de 2010 al 9 de enero de 2011.


Las obras de María Cecilia Piazza “nos invitan a viajar, y como en todo viaje hay saltos, desvíos y vacíos. Por ello, no es casual que sus imágenes detentan una suerte de elipsis, de borramiento. La ausencia -que será una constante en sus fotografías- constituye la marca de un vacío, el rastro de algo que no está dicho, que se halla incompleto. Esto no-dicho es lo que nos obliga, como espectadores, a completar la información brindada por la imagen” anota Luisa Fernanda Lindo, curadora de la exposición.

En este recorrido por la obra de Piazza, somos testigos de distintos momentos. En “Fotoperiodismo” (1975 – 1993), su incursión como reportera gráfica, para revistas locales como Amauta, Quehacer y Debate pareciera avizorar el síntoma de los años venideros, teñidos de sangre, muertes y desaparecidos. En “Ángeles de la oscuridad” (1985), los personajes, casi fantasmagóricos, transitan, se diluyen, se entremezclan en la multitud; introduciendo al espectador al mundo subterráneo donde la velocidad entra en lucha dialéctica con la detención.


En “Ángeles de la luz” (1995), el halo de religiosidad, de la que se ven impregnadas distintas comunidades, es capturado por la lente de la fotógrafa, quien lo torna siniestro. En los fotograbados que forman parte de esta serie, el acercamiento a lo barroco le hace intuir lo alegórico, y al mismo tiempo descubre cuáles son los límites de esa alegoría. En “La Habana” (1997), Piazza nos expone imágenes que nos remiten a una ciudad detenida, ausente, envuelta de recuerdo y nostalgia. Algo no está expuesto, algo se oculta, y produce una sensación de espejismo. Entre el aparecer y el desaparecer.

Conformado por 12 imágenes “Historias Íntimas” (2007), se presenta como un diario de la artista, que nos insta a decodificar las historias mínimas que encapsulan cada una de ellas y que en conjunto construyen el discurso de la artista. Finalmente “Irak. La carretera. Cuidados intensivos” (2010), nos enfrenta a reflexionar ya no sobre la técnica utilizada por la artista para producir borramientos en sus imágenes, sino sobre los mecanismos utilizados por la sociedad para producir borramientos en sus individuos. Y es que, en esta última serie es interesante el paso de Piazza de la masa al individuo, pues nos invita a una relectura no solo de su obra sino también de nuestra sociedad.

Sobre la artista
María Cecilia Piazza (Lima, 1956) estudió en la Facultad de Letras y Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en donde cursó el primer año de Literatura (1975 – 1978), luego ingresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima para estudiar pintura (1978 – 1981). Paralelamente formó parte del taller de fotografía de Fernando La Rosa (1978).

Formó parte de Secuencia Foto Galería y de Interfoto. Al año siguiente fue invitada por la Galería Plus Image (Lausanne, Suiza) a presentar una individual de fotoperiodismo. En 1982 viajó a Nueva York para estudiar fotografía en Parsons School of Design (1982 – 1985).

Al finalizar sus estudios, como Bachiller en Arte con especialidad en Fotografía, exhibió Angels of the Dark World, que luego presentó en la Galería Forum (1985) y en la III Bienal de Trujillo, Perú (1987). Instalada nuevamente en Lima se dedicó a la fotografía publicitaria y comercial (labor que realiza hasta el día de hoy).

En 1990 regresó a EE.UU, radicando en Nueva York y en Boston, en donde tomó un curso de grabado; producto de su inserción en la obra gráfica -fotoserigrafía y fotograbado-, fue la serie Nuestra Mujer que presentó en la VI Bienal de La Habana, Cuba (1997). A fines de 1992 regresó a Lima.

En fotoperiodismo ha trabajado en las revistas Amauta, Quehacer, Debate e Ideéle. Ha participado en diversas Bienales y colectivas en Lima, Guadalajara, Madrid, París, Quito, Sao Paulo, Caracas, San Juan, Santiago, Houston, Nueva York y Washington. Su obra forma parte de colecciones privadas e institucionales, entre las que se incluye el Museo de Arte de Lima (MALI) y el Texas Humanities Resource Center (Austin, Texas).

No hay comentarios: