Es la primera vez en 55 años que no tiene candidato para las elecciones presidenciales. Ni en los peores momentos de los 90 dejó de tenerlo.
Para muchos peruanos, las elecciones generales del 10 de abril de 2011 significarán una expresión más de la vocación democrática del Perú, pero para el Partido Aprista Peruano estos comicios tienen una connotación especial que marca el momento crítico por el que atraviesa: es la primera vez en 55 años que no participará con candidato propio en una elección presidencial.
La presente nota ingresa a las páginas de nuestra historia republicana para compartir con nuestros lectores cómo, pese a los buenos y malos tiempos, el Apra nunca dejó de participar en una elección por la banda presidencial hasta que, en enero de este año, las desavenencias internas empujaron el retiro de su candidata, Mercedes Aráoz.
La última vez que los apristas se conformaron con respaldar a un candidato que no era de la estrella fue en los comicios del 17 de junio de 1956, cuando –todavía en tiempos de su época fuera de la ley– respaldaron la postulación de Manuel Prado a cambio de su reconocimiento legal como partido.
SIEMPRE PRESENTEDesde entonces han transcurrido muchos acontecimientos políticos, como golpes de Estado, la muerte del líder y fundador del partido, la crisis que devino en la expulsión de Andrés Townsend o el desgaste tras la primera administración de Alan García, pero ninguno de estos impidió que el Apra tuviera su candidato en las siguientes nueve elecciones.
Ni siquiera el descrédito del partido durante los noventa –en pleno auge de popularidad del régimen fujimorista– fue argumento suficiente para que la Marsellesa aprista dejara de animar las campañas.
Un hito importante lo constituyó la candidatura de Luis Alva Castro, en 1990, que logró el 22% y obtuvo una importante representación parlamentaria que impidió que prosperaran algunas acusaciones constitucionales contra García.
Luego de tocar fondo en 2000 con el 1% que logró Abel Salinas, el expresidente retornó al país, al año siguiente, y le dio un nuevo aire al partido con su victoria en 2006.
No obstante, con García fuera de carrera, el Apra afronta el difícil reto de superar las suspicacias que nacieron con el retiro de Mercedes Aráoz, causado por su enfrentamiento con la corrupción del partido.
Con información de "Perú 21"
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