viernes, 22 de abril de 2011

Reflexiones en Semana Santa

Por: Javier Yoplac
Un día como hoy después de un juicio sumario y sin ninguna prueba de culpabilidad sentencian a Jesús, lo golpean salvajemente y muere en la Cruz de la manera más despiadada.


Lamentablemente, sus propios discípulos como Pedro y Judas le negaron y le entregaron por unas cuantas monedas; y los otros, solo atinaron a observar sin hacer nada la mayor barbarie que se haya cometido en contra de una persona.

Jesús ya crucificado y lleno de dolor tanto corporal como espiritual, fallece un día viernes.

Judas, arrepentido no encuentra mejor camino que ahorcarse, Pedro y los demás apóstoles solo atinan a observar lo que pasa.


¿Cuantos de ustedes temería más a la muerte que ha Dios?

Si Dios es el camino, la verdad y la vida, ¿por qué temer a los hombres? si nuestro cuerpo es solo la envoltura de nuestro espíritu, que es en realidad lo que el día de mañana prevalecerá en el tiempo... ¿Por qué los temores?

Muchas personas viven con temores. Muchos de ellos tienen temor a perder, otros temen a sus jefes, otros tienen miedo a los políticos, otros tienen miedo a sus padres y otros tienen miedo a sus pastores o sacerdotes.

Pero, hemos visto que sus propios discípulos lo traicionaron y no es difícil pensar, que ahora no pueda suceder lo mismo, y por tanto, ¿cómo podemos tener miedo ante estas personas?...

Caminamos en un mundo inverso y por ello hay que cambiar. El Santo no es santo porque dice serlo, ni porque lleve sotana, o porque diga que es el pastor del rebaño.

Hay que caminar con paso firme para descubrir quién es quién en este mundo en el que muchos se disfrazan de bondad o religiosidad y por supuesto que los fieles tienen mucho que ver en los cambios que se puedan dar en estos tiempos.

Lo peor que puede suceder es que nos quedemos callados, el que calla otorga. No hagamos lo mismo que hicieron Pedro y Judas. Seamos auténticos y valientes, sobre todo para denunciar a quienes dicen ser seguidores de Cristo y cometen atrocidades. Nuestro silencio nos hace cómplices de la injusticia.

Jesús, murió en la cruz de la manera más salvaje y sin haber cometido ningún pecado. Se sadiquearon con él solo por llevar un mensaje de amor y verdad a la humanidad.

La pregunta que nos hacemos, es ¿cuántos de ustedes pueden aceptar “La Verdad” por más dura que esta sea?. O quizás mandarían a golpear o fusilar a quien sea, para no escuchar más.

La vida y Jesús nacen a partir de una verdad que es Dios y solo siguiendo sus principios podremos iluminar nuestro camino presente y futuro, cuando nos toque partir al más allá.

Por todas estas consideraciones, les pido queridos hermanos que oremos por los sacerdotes y pastores de todas las confesiones cristianas y por todos aquellos que trabajan en torno a ellos, para que lleven una vida de ejemplo y verdadera santidad; y no utilicen este camino solo para alimentar sus egos o sus apetitos personales o envilecer sus almas.

El Papa Benedicto XVI señaló que a pesar de los numerosos pecados en la Iglesia, siguen existiendo "ejemplos luminosos de fe", como el Papa Juan Pablo II, que próximamente será beatificado en Roma y a ellos hay que rescatar y valorar.

No nos dejemos engatusar con falsos mensajeros de Jesús, que utilizan sus puestos para cometer sus fechorías. ¡Denuncienlos!... Todo delito debe ser castigado.

Feliz Semana Santa con Cristo Jesús

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