sábado, 18 de junio de 2011

Nuevo Congreso debe resolver pronto caso de congresistas electos con juicios pendientes

Uno de los retos del nuevo Parlamento será resolver pronto el caso de los legisladores electos que tienen en su procesos penales en curso, para evitar que la imagen del Poder Legislativo se deteriore aún más, opinó el presidente del Congreso, César Zumaeta.


En su opinión, los escándalos generados por algunos legisladores durante el último quinquenio, fue la razón principal por la que un sector de la ciudadanía no ha podido percibir el importante trabajo que realizó el Parlamento que termina sus funciones el mes próximo.

Lamentó, por ello, que no se aprobara el proyecto que planteaba impedir que los parlamentarios electos investigados, acusados o imputados por la comisión de delitos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo y otros delitos, juren al cargo o lo ejerzan mientras su situación no se resuelva.

Zumaeta opinó que el caso de los legisladores que tienen procesos judiciales abiertos es un problema muy serio que demanda un inmediato análisis.

“No se puede esperar mucho tiempo para resolver el tema de los congresistas electos que tienen serios problemas con la justicia por temas penales, este asunto debe abordarse inmediatamente”, argumentó.

Estimó que otro de los retos del Congreso que empezará a funcionar a partir del 26 de julio, será elegir a un defensor del pueblo independiente y que sea producto del consenso, tal como lo fueron Jorge Santisteban de Noriega y Beatriz Merino.

La designación de este funcionario obligará a la bancada de gobierno a concertar con todas las fuerzas políticas, además de Perú Posible, en la medida que se requerirá de 87 votos para elegir al reemplazante de Merino, explicó.

Un tercer reto del nuevo Parlamento será definir una agenda legislativa que acompañe al crecimiento económico del país, a los objetivos de reducción de la pobreza y a la ejecución de las obras públicas.

Asimismo, planteó adoptar acciones específicas para evitar que los nuevos legisladores abandonen sus bancadas para integrar otros grupos políticos, porque ello termina afectando la imagen del Parlamento.

Respecto a los niveles de aceptación popular que tiene actualmente el Parlamento, consideró que siempre los escándalos en los que incurran algunos parlamentarios tienden a afectar la labor que desarrollan la mayoría de legisladores.

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