sábado, 17 de abril de 2010

China trata de rescatar a sepultados por sismo

By ROBERT SAIGET / AFP
JIEGU, China
NI YUXING / EFE
Los equipos de rescate continuaban el jueves la búsqueda de sobrevivientes del sismo que dejó más de 600 muertos en el noroeste de China y sepultó a numerosos niños bajo los escombros de sus escuelas, como ya había ocurrido hace dos años en el terremoto de Szechuan.

La tragedia obligó al presidente Hu Jintao, actualmente en Brasil, a acortar una gira regional que incluía paradas en Venezuela y Chile. La cumbre de grandes países emergentes (BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), prevista para el viernes en Brasilia, se adelantó para este jueves.

El primer ministro, Wen Juabao, aplazó por su lado una gira por el sudeste asiático y se apersonó en la ciudad de Jiegu, donde miles de siniestrados se aprestaban a dormir por segunda noche consecutiva en la calle, con temperaturas bajo cero.

El último balance oficial es de 617 muertos, más de 9,000 heridos --970 en estado grave-- y unas 100,000 personas sin hogar, aunque podría agravarse, dado que muchas personas siguen sepultadas. Más del 85 por ciento de los edificios de Jiegu se vinieron abajo, según datos de la agencia semioficial Noticias de China.

El temblor --de magnitud 6.9 según el Instituto de Geofísica Estadounidense (USGS) y de 7.1 según las autoridades chinas-- se produjo en una apartada región de la provincia de Qinghai, en la meseta tibetana, en la mañana del miércoles.

Según Wang Yubo, responsable de educación, al menos 11 escuelas se derrumbaron en toda la provincia, provocando la muerte de 66 alumnos.

La portavoz del ministerio de Educación chino, Xu Mei, citada por la agencia China Nueva, desmintió sin embargo que hubiese al menos 200 alumnos sepultados bajo los escombros de una escuela, como había anunciado anteriormente el diario Beijing Times.

Esto recuerda el doloroso precedente del terremoto de la provincia de Sichuan (suroeste), en mayo del 2008, que mató a unas 87,000 personas, entre ellas miles de niños, al desplomarse sus escuelas.

El jueves, la televisión oficial difundía imágenes de socorristas que intentaban llegar hasta los alumnos sepultados en la prefectura de Yushu, epicentro del temblor.

Los padres desesperados, sin noticias de sus hijos, se agolpaban cerca de un dormitorio.

La televisión mostraba también a sobrevivientes rescatados de los edificios en ruinas por socorristas que se abrían paso entre placas de hormigón y el amasijo de hierro, o a médicos que realizaban operaciones de emergencia en tiendas de campaña.

"¡Gracias, gracias, no lo olvidaré nunca!'', gritaba una adolescente mientras los equipos de rescate la sacaban con mucho cuidado de las ruinas de un edificio al amanecer.

Los equipos de rescate de Jiegu extrajeron con vida a 1,045 personas sepultadas, además de 107 cadáveres, aseguró Noticias de China, precisando que 2,038 heridos estaban siendo tratados.

"El agua está contaminada, necesitamos agua y comida'', afirma Pu Wu, que perdió su hogar en esta ciudad devastada.

Muchos de los socorristas trabajaban sólo con las manos, sin maquinaria ni herramientas y luchando contra la falta de oxígeno debida a la altitud.

El gobierno asignó una partida de emergencia de $29.3 millones para financiar la evacuación de los habitantes, su alojamiento y atención médica. Varios países, encabezados por Estados Unidos, ofrecieron ayuda.
Con información de "El Nuevo Herald"

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