By y MEG KINNARD / AP
SANTIAGO DE CHILE
MICHAEL WARREN y
Adentro de la coraza protectora de un reactor nuclear que hizo construir Augusto Pinochet, un ingeniero de edad avanzada con un delantal blanco abrió lentamente una sala de depósito con un llave común.
Salió con una polvorienta caja de madera en la que había varias placas recubiertas de aluminio.
"Así es'', afirmó Hugo Torres, director de operaciones del reactor, tomando uno con sus manos.
Aludía a uranio altamente enriquecido 235 (UAE), el material que más preocupa a los expertos en la lucha antiterrorista. Tan sólo 25 kilos (55 libras) en una bomba nuclear --aproximadamente el tamaño de un mango-- podrían devastar una ciudad y causar daños parecidos a los que hubo cuando EEUU tiró bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente estadounidense Barack Obama ha lanzado una campaña para garantizar que no se le dé mal uso a este material nuclear. Después de firmar un acuerdo de control de armas nucleares con Rusia, les dará la bienvenida a 40 líderes mundiales a la Casa Blanca este lunes ``para buscar formas de asegurarnos de que este material nuclear vulnerable no caiga en manos de terroristas''.
Chile fue de los primeros en aceptar entregar el UAE que le queda, 18 kilos (40 libras) que obtuvo de Gran Bretaña y Francia. Un equipo de expertos estadounidenses lo transportó el mes pasado, mientras réplicas del terremoto sacudían al país. Una caravana de camiones recorrió carreteras semidestruidas en una travesía nocturna hasta un puerto que todavía funcionaba a pesar del temblor.
La AP documentó la transferencia del uranio, aceptando mantener la información en secreto hasta que la carga hubiese llegado a Estados Unidos.
Esta será la primera de varias misiones similares si Obama logra cumplir con su promesa.
EEUU ya ha recuperado 91 por ciento de los 1,362 kilos de UAE de origen estadounidense que había en reactores de todo el mundo, el cual fue trasladado a los depósitos de Savannah River Site, en Carolina del Sur, y al Complejo de Seguridad Nacional Y-12 de Oak Ridge, Tenesí, para su reprocesamiento. Desde el final de la Guerra Fría, Estados Unidos aportó equipo y expertos para que regresase a Rusia más del 53 por ciento de los 2,351 kilos de UAE que la Unión Soviética vendió a otros países.
Sin embargo, todavía hay dando vueltas 680 kilos de UAE suministrado por otros países que es considerado vulnerable.
Chile ofrece un ejemplo de lo que Estados Unidos considera su peor pesadilla --una partida vulnerable de UAE--, y al mismo tiempo un modelo de conversión de combustible nuclear para su uso seguro, con fines pacíficos.
Estados Unidos ha ayudado a convertir o verificar el cierre por completo de 67 reactores nucleares de 32 países. De esos, los que siguen operando ahora emplean uranio de bajo enriquecimiento (UBE), que es mucho más difícil de convertir en armas, entre ellos uno en Chile. También ha reforzado la seguridad de 750 edificios vulnerables con depósitos de UAE. En el caso chileno, invirtió $100,000 en alarmas, sensores de movimiento y otros equipos en la base militar Lo Aguirre.
Con información de "El Nuevo Herald"
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