sábado, 4 de diciembre de 2010

Asalto Banco Continental: siete horas de pánico


Siete horas de tensión, pánico e incertidumbre se vivieron en el emporio comercial de Gamarra luego que una sucursal del Banco Continental, fuera tomada por un delincuente armado y de porte militar que mantuvo secuestradas a 34 personas, entre clientes, personal bancario, cuatro niños y una mujer embarazada.

Un certero balazo en la cabeza de un francotirador de la Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT) de la Policía Nacional acabó con la vida de este sujeto apodado “Castor” quien, según fuentes policiales, tendría conocimiento o expediente militar o policial, por su destreza con armas y explosivos.

El hecho se registró al promediar las 2 de la tarde. De inmediato varias unidades policiales, con unos mil efectivos, cercaron el local. La policía también evacuó a las personas de los negocios ubicados a seis cuadras a la redonda. El comercio fue paralizado por medidas de seguridad.

Testigos del hecho informaron que el hampón había ingresado con un cómplice, los mismos que fueron advertidos por dos efectivos del Comando Operativo Único de Gamarra-Patrullaje a pie, que custodiaban el banco. Al pedir refuerzos, uno de ellos le arrebató el arma a uno de estos suboficiales y logró escapar mientras que “Castor” retrocedió y cerró la puerta amenazando a todos sus rehenes con hacer estallar ‘la bomba’ que tenía adherida al cuerpo.

En su desesperación y evidenciando un aparente desequilibrio mental o por efectos de alguna droga, el secuestrador rompió violentamente las cámaras de seguridad al interior de la entidad bancaria y, de inmediato, comenzó a lanzar por debajo de la puerta, mensajes con pedidos descabellados para escapar y liberar a los rehenes.

“No quiero helicópteros ni carros por la zona porque voy a conversar con el coronel”, indicó antes de empezar las negociaciones con el jefe del Escuadrón de Emergencia, coronel PNP Miguel Remy y el jefe de una División de Investigaciones de Robos de Dirincri, coronel PNP César Cortijo.

Entre sus pedidos estaban el pago de dos millones de soles en efectivo y un helicóptero para escapar, que debía estacionarse en la cuadra 7 de Gamarra. Luego cambió por una camioneta 4x4 para huir con dos o tres rehenes y motocicleta tipo ‘liebre’ para que le abriera paso, además de 60 marrocas para inmovilizar a los rehenes. Luego, por la noche, increíblemente, pidió cinco pollos a la brasa.

Es más, en vista que la situación se escapaba de sus manos, comenzó a pasearse por todo el local con el arma en la mano derecha (llevaba guantes quirúrgicos) mientras hablaba con los policías encargados de la negociación por teléfono.

El gerente de Imagen del banco, Carlos Reyes, le ofreció hasta la combinación de la bóveda para que retire el dinero y libere a los rehenes, pero no hizo caso, por lo que optaron por suspender las comunicaciones internas del local para lograr una comunicación directa con el sujeto.

Sin embargo, en el momento que un helicóptero sobrevoló la zona, el sujeto se desesperó y comenzó a amenazar a las personas con asesinarlas, a la vez que lanzaba otro mensaje: “No quiero helicópteros si no voy a detonar con ellos (los rehenes)”, indicó.

La confirmación que “Castor” había herido a una mujer y a un hombre, obligó a la policía a acelerar su plan de acción para ingresar, y así fue. A las 9 de la noche un equipo especial de la Sub Unidad de Acciones Tácticas de la Policía (SUAT) ingresó por un forado hecho en la pared lateral de la sede del banco y, mientras otro equipo distrajo al secuestrador lanzando un objeto de metal en la puerta principal de vidrio, ingresaron al recinto disparándole un certero tiro en la cabeza del secuestrador para inmovilizarlo.

El delincuente cayó abatido. Vestía una polera con capucha que le cubría parte de la cara, unos lentes oscuros y portaba un pistola calibre 9m.m, de la que no se desprendió hasta el final del espectacular suceso. En una rápida revisión, la policía confirmó que la bomba adherida al cuerpo era falsa y que el verdadero explosivo estaba en una maleta que luego detonó el personal de la UDEX.

El sujeto agonizaba. La bala le ingresó por el parietal derecho. Minutos después fue conducido al Hospital 2 de Mayo donde, pasadas unas horas, falleció. Hasta el cierre de la edición, peritos de la policía intentaban identificarlo mediante sus huellas dactilares.

La liberación de los rehenes se produjo en cuestión de minutos. El herido Frank Torato Olórtegui fue evacuado inmediatamente al Hospital 2 de Mayo debido a que recibió un balazo en el abdomen, mientras que una mujer presentaba una herida en la cabeza producida por el delincuente con la cacha de su arma.

Entre los secuestrados liberados que pudo identificarse figuran: Ruth Sandra Jara, Brenda Guevara (23), Claudia Ramos Paredes (23), Janet Díaz (8 meses de embarazo), Luciana Ordóñez y Daphne de cuatro años, entre otros, quienes también fueron evacuados en cuatro ambulancias del Ministerio de Salud.
Con información del "
Diario 16"

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