La recientemente proclamada alcaldesa de Lima Susana Villarán propone reglas claras para Lima Metropolitana
Durante la campaña para la alcaldía se explotó hasta el cansancio la imagen de Lima-problema. Y de alguna manera eso enmarca la visión que seguimos teniendo de la ciudad. ¿Le teme usted a hablar de Lima-posibilidad?
Yo coincido plenamente. Lima es una ciudad optimista, emprendedora, desordenada, caótica. Tiene todo lo bueno y lo malo de una ciudad que ha crecido de manera acelerada, pero también formidables energías sociales, de empresarios, microempresarios, artistas, personas que se mueven…
¿Qué importancia tendrá entonces esa Lima-posibilidad en su alcaldía?
Muchísima. La Lima que bulle, la que nos anuncia nuevos tiempos. La Lima que se construye a sí misma, que requiere normas, reglas, regulaciones –es cierto–, pero que requiere ser rescatada del anonimato, toda esa enorme capacidad de Lima. Y eso es política cultural.
En el 2010 Ciudad de México tiró la casa por la ventana. A pesar de una severa crisis económica y de seguridad, la ciudad decidió invertir, según sus promotores, en “cultura y entretenimiento con identidad”, para celebrar su bicentenario, porque eso vende. Y tan solo en el desfile central gastaron 45 millones de dólares. ¿Es este el tipo de prioridad que quiere dar a los temas de cultura e identidad?
Nosotros sí. El D.F. enfrenta una gravísima crisis de seguridad, pero tiene claro que los temas de seguridad, si no hay cultura, no se van a resolver. Más allá de si vamos a producir más libros, o ver más teatro, una política cultural indica cómo nos vamos a tratar entre nosotros. Cómo vamos a tratar nuestro territorio. ¿Lo vamos a respetar? ¿Vamos a sentirnos propietarios, y por lo tanto responsables?
¿Y cómo se logra eso?
Con acciones muy concretas. Tenemos el Metropolitano, por ejemplo. Yo quisiera escuchar en las mañanas a Mozart y después escuchar otras músicas. También hay videos que hacen los jóvenes, que se pueden usar para educar. Además, nosotros sacaremos nuestra marca Lima. Ya la verán. Las calles y los parques serán espacios de educación.
Pero muchos somos escépticos, sobre todo porque las autoridades no inspiran. ¿Qué va a hacer usted?
Yo no creo que sea posible educarnos en otra manera de tratarnos si no soñamos. Durante mi campaña hablé de un sueño para Lima, pero me dijeron que de sueños no se hacían las ciudades. Pero yo no he conseguido encontrar una sola ciudad que haya resuelto sus graves problemas si no se puso a soñar. Veamos Barcelona, que vivió de espaldas a su mar, hasta los juegos olímpicos…
Con la campaña Barcelona, Ponte Guapa.
Esa era una manera de decirles a los hombres y mujeres de Barcelona “oye, soñemos que podemos ser lo máximo”…
…y transformar una ciudad.
Y transformar una ciudad. Se encontraron con su mar. Y nosotros todavía estamos dando la espalda a nuestro mar. Y no muy lejos de ahí, en Bilbao, que era el puerto, la ciudad metalúrgica, la ciudad gris, la ciudad fea, ¿qué hicieron? Recuperaron su río, la ría de Bilbao…
Construyeron el Guggenheim, a pesar de las críticas…
Sí, y todo el mundo criticó; sin embargo, Bilbao es hoy en día una ciudad completamente distinta.
¿Tenemos un proyecto similar para Lima?
Tenemos el proyecto de la Costa Verde y el proyecto del Río Verde.
¿Qué va a pasar con la recuperación y protección del Centro Histórico?
Queremos convertir al centro en un lugar vivo. Eso es lo que nos importa. Por eso uno de los objetivos de ir a España recientemente fue pedirle a la cooperación española que vuelva a interesarse en un convenio de cooperación.
¿Qué incluye ese plan? ¿Zonas peatonales, ‘bicing’, que se están poniendo tan de moda en varias ciudades…?
La peatonalización es parte del proyecto para el centro. Eso lo vamos a empezar relativamente pronto. Estamos haciendo el plan completo con movilidad peatonal y ciclovías. Con pequeñas ferias. Hoy hay muchas, pero son muy feas. Necesitamos tener otro modelo de intervención. Entonces, peatonalización, ciclovías, ciudad-lenta va a permitirnos hacer tráfico lento para permitir que la ciudad sea ocupada por peatones y por ciclistas. Esto significa que vamos a tener que hacer muchas intervenciones.
Y pelearse mucho.
Concertar, dialogar y pelearnos. Pero la palabra mejor es concertar. Concertar hasta morir [risas]. En el sentido de que no nos vamos a cansar de concertar para que esas 580 rutas se conviertan en cerca de 300, y que el 40% de las rutas no pase por el centro. Porque si eso sigue sucediendo, no hay plan de recuperación del centro, plan de habitabilidad, plan de peatonalización que valga.
La municipalidad tiene un presupuesto de unos 350 millones de dólares al año y se calcula que las transformaciones que necesita Lima pueden costar unos 4.000 millones de dólares. ¿Cómo conseguirá ese dinero?
La Costa Verde es un proyecto de 100 millones de soles. El proyecto Río Verde está calculado inicialmente en unos 70 millones de soles. Pero hay que hacer obras mucho más costosas, como el Periférico Vial Norte. Eso hay que concesionarlo porque cuesta más de 600 millones de dólares. Esto es una obra indispensable para nosotros. Y algunas se pueden hacer con presupuesto propio. Pero se pueden hacer obras que se concesionan al sector privado. Nosotros tenemos una oficina de inversiones muy importante en la municipalidad y estamos viendo toda la cartera de inversiones para la ciudad.
Parece tener planes muy buenos, ¿pero cuenta con suficiente apoyo de regidores y municipios para hacer una gestión fuerte?
Una de las cosas que más me alegraron en la primera sesión del concejo fue que uno de los líderes de la bancada del PPC me ganara por puesta de boca e hiciera una propuesta para proponer un acuerdo para Lima. Si eso es el inicio, estamos muy bien. Contamos con una base de gobernabilidad. Y te puedo decir con toda franqueza que ese poco menos del 1% que saqué de ventaja sobre Lourdes Flores, que ha hecho que algunas personas piensen que no iba a tener una base de gobernabilidad, que se anden tranquilos. Lima, su alcaldesa, está construyendo con los alcaldes distritales, con las bancadas de oposición, una base de entendimiento que va más allá de las buenas maneras de la política.
¿Qué le va a regalar a Lima el 18 de enero?
Su convocatoria al acuerdo por Lima. Voy a hacerla el 18 en el discurso de orden de la sesión extraordinaria. El acuerdo por Lima es un proyecto que va a convocar a toda la ciudadanía. No solo a las fuerzas políticas, sino a todos los actores en la ciudad, a trabajar en cultura, convivencia urbana, en emprendimiento, en educación… Lima tiene que despegar con el acuerdo por Lima y para Lima. ¡Sí!.
Cultura e identidad: tres casos
EL PARQUE DE LAS LEYENDAS
EL PARQUE DE LAS LEYENDAS
Esto es ilustrativo de cómo vemos identidad en Lima: Maranga fue ciudad principal por 1.500 años y con las 52 huacas que hay dentro del parque bien podríamos llamarlo el mayor centro arqueológico de Lima. Pero lo consideramos una “leyenda” y lo usamos como un zoológico.
¿Qué mensaje estamos dando al limeño?
Estoy completamente de acuerdo y gracias a Dios que el Parque de las Leyendas ha regresado a la municipalidad. La gente quiere a su parque, pero el parque es mucho más que un zoológico y creo que hay que tratarlo de otra manera, y creo que hay que relacionar nuestro patrimonio cultural, nuestro patrimonio histórico, monumental.
¿Pero consideraría cambiarle el nombre?
Podríamos cambiarle el nombre, yo creo que sí. Por qué no.
¿LIMA, CIUDAD MILENARIA?
Oficialmente, Lima tiene una partida de nacimiento española. Pero ese referente hispano ya no define a su población. ¿No ve un problema en tener una ciudad sin un discurso oficial que represente a la mayoría?
Ese es un tema que una alcaldesa sola no puede resolver. La identidad de una ciudad no se la da una alcaldesa. Se la da un proceso.
El proyecto Lima Milenaria busca difundir información reciente que habla de un desarrollo urbano milenario en nuestra ciudad. Un reconocimiento oficial de eso tendría un impacto positivo sobre la gente.
Tendría mucho impacto. Yo leo tu blog, que tiene una visión de Lima, una manera de rescatar nuestra identidad. Y nosotros lo vamos a hacer.
LOS TESOROS DE CARABAYLLO
En este distrito, por un lado, existe un patrimonio que cubre unos 4.000 años de arquitectura monumental. Ahí están el Templo en U de Huacoy, la fortaleza de los collis y la hacienda Punchauca. Junto a esto existe una población excluida, que ve una amenaza en el patrimonio. ¿Puede Carabayllo convertirse en un ejemplo de cómo recuperar patrimonio incorporando una población pobre?
Yo creo que sí. Yo vengo de reunirme ahora mismo con pobladores de 54 asentamientos de las Lomas de Carabayllo –uno de los lugares más pobres, maltratados por la contaminación ambiental– y en Carabayllo hay que hacer intervenciones integrales de recuperación de su patrimonio monumental.
¿Pero se puede recuperar el patrimonio?
Tenemos que intentar recuperar el patrimonio, recuperar identidad en el marco de una intervención integral, que le diga al poblador de Las Lomas que sus problemas de exclusión se van a resolver sin que tenga que competir con la recuperación de huacas.
Con información de "El Comercio"
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