Susana Villarán juró ayer como nueva alcaldesa de Lima. Se cuidó de no cuestionar la gestión anterior y pidió diálogo
El programa se cumplió con extrema puntualidad. Susana Villarán, quien empezó su día rodeada por periodistas que pugnaban por unas palabras suyas antes de convertirse oficialmente en la nueva alcaldesa de Lima, llegó con media hora de anticipación al Palacio Municipal y a las 9:30 a.m., hora exacta, ya estaba en el salón de recepciones acompañada por el presidente Alan García, sus regidores y allegados, para dar el sí juro.
Fue Eduardo Zegarra, su teniente alcalde, quien le tomó juramento. Su respuesta fue escueta, sin mayores ofrecimientos, pues tenía un largo discurso preparado. Ante la mirada del embajador Javier Pérez de Cuéllar, los ministros Miguel Hidalgo, Óscar Ugarte, Virginia Borra, y otros políticos, ahondó en la necesidad de concertar para tomar decisiones correctas en la alcaldía, tanto en materia de transporte, como en seguridad y desarrollo urbano. Tuvo cuidado en no cuestionar la gestión de su antecesor, pero hizo alusiones a la necesidad de una gestión transparente y sin corrupción.
El crecimiento planificado de Lima también tomó parte importante de su discurso, sobre todo cuando habló de desarrollar planes hasta el 2050. “Se requieren planes en tres fases: al 2021, fecha del bicentenario; al 2035, fecha de la fundación española de Lima; y al 2050, porque nos tenemos que proyectar para saber qué ciudad queremos”, sostuvo.
La juramentación de sus regidores, acto presidido por ella, estuvo cargada de frases emotivas, aplausos de los asistentes y puños en alto de los integrantes del Movimiento Nueva Izquierda.
La desorganización se apoderó del final de la reunión cuando no se supo guiar a los periodistas ni asistentes dónde se realizaría el tradicional saludo a la electa alcaldesa, pues se les hizo correr hasta a cuatro ambientes distintos. Villarán y Zegarra recibieron en fila india los besos y abrazos de ministros, familiares, allegados y actores, entre ellos Mónica Sánchez y Gustavo Bueno, quienes apoyaron la campaña de Fuerza Social.
Terminado este acto protocolar, Villarán, una vez más, se saltó el programa y se animó a dar un balconazo. “Amigos de Pachacámac, de Magdalena, que han venido a acompañarme. Este programa de gobierno es el que vamos a ejecutar. Esto es por ustedes. Y la investigación también es un compromiso, no tengan duda de eso”, dijo a la muchedumbre.
“Estoy emocionada” fue lo único que alcanzó a decir antes de ingresar, con un fuerte cordón de seguridad, a su nuevo despacho. Ella pasó la tarde firmando resoluciones y definiendo las nuevas gerencias municipales. Hoy, acabada la celebración, empezará a ejecutar sus primeras medidas.
Con información de "El Comercio"



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