martes, 29 de marzo de 2011

Las centrales argentinas no se parecen a las japonesas”

Por María Oliva
El accidente nuclear en Japón provoca interés por saber si algo similar podría ocurrir en las centrales argentinas. La experta en temas energéticos, responde a estos interrogantes

Especialista en temas de seguridad y planificación energética, la primera mujer argentina que se recibió de ingeniera nuclear enfatiza que no existen semejanzas entre las centrales nucleares de Japón y las de la Argentina y señala entre otros aspectos que nuestros reactores no se encuentran en una zona sísmica. Respecto de Fukushima, asegura que en el caso de que estallara algún reactor, sus efectos serían significativamente menores a los de Hiroshima y Nagasaki, ya que estas últimas fueron explosiones atómicas.

¿Cuál es la diferencia entre las centrales argentinas y la planta de Fukushima?

Las centrales argentinas son distintas en primer lugar porque son de uranio natural y agua pesada, mientras que las japonesas son de uranio enriquecido y agua liviana. Esta diferencia habla de lo que los técnicos llaman economía neutrónica, que, dicho en palabras sencillas, significa que nuestros reactores tienen menos uranio por centímetro cúbico y el calentamiento excesivo “tiende a apagarlos“. La potencia que generan está repartida en un volumen más grande. Al ser más grande el núcleo, la superficie de intercambio de calor es mayor y el proceso de enfriamiento menos critico.

Cada planta argentina tiene un sólo reactor mientras en Japón hay más de un reactor en cada planta. El reactor de Embalse Rio Tercero en Córdoba es de tubos de presión y Atucha I y Atucha II son de recipiente de presión pero todos son de uranio natural y agua pesada.

¿Son mucho más seguros entonces?

Nuestros reactores nucleares tienen un edificio de contención además de la envoltura de presión, dos sistemas independientes de parada y tres formas independientes de alimentación eléctrica para proveer energía a las bombas de refrigeración del reactor en parada.

Pero la más importante diferencia es que nuestros reactores no están ubicados en una zona con actividad sísmica y ubicados a la orilla del río Paraná y el lago Embalse cuyas aguas no pueden tornase en una ola destructiva como el Tsunami que azotó a Japón.

¿Es posible que estalle algún rector en Fukushima?

Un reactor nuclear no estalla como una bomba atómica. La explosión que podría producirse es una explosión de vapor no una explosión nuclear. La diferencia es enorme. Un reactor comercial es como una olla a presión: si no se refrigera, la presión va subiendo. Cuando la presión sube mucho, se abre un “alivio” y sale algo de vapor primero dentro de una cámara de contención, que está a menos presión que la atmosférica. Si ese alivio sube mucho la presión dentro de la contención, entonces puede haber liberaciones a la atmósfera. El sismo y sus replicas han dañado la integridad de este sistema de contención y por eso se habla de escapes de radiactividad.

¿Esos escapes de radiactividad podrían llegar a Estados Unidos?

El viento puede llevar el material radiactivo principalmente Iodo radiactivo, pero al mismo tiempo este material se va desintegrando y su radio de influencia es limitado

¿Existe alguna similitud entre lo que podría pasar en Fukushima y lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki?

Las explosiones de Hiroshima y Nagasaki no tienen nada que ver con este incidente ni con ningún incidente de la explotación comercial de energía nuclear aquel es un daño de otra escala de magnitud, mucho mayor. Esto es necesario decirlo claramente porque cuando se habla de explosión de vapor, el publico recuerda las explosiones atómicas.

¿ Lo que sucede en Fukushima provocará un cambio en la industria nuclear?
Este es el tercer incidente serio de la industria nuclear comercial, por supuesto que replantea cosas del mismo modo que el Titanic debe haber replanteado cosas de la navegación y cada incidente exige y enseña a mejorar la seguridad.

¿Qué lección deja el accidente ocurrido en Japón?
Posiblemente la mayor enseñanza que dejará este accidente es que la tecnología tiene escala humana y los desastres naturales son de escala cósmica.
Con información de "El Cronista"

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